La despedida perfecta de Joan Baez
Diez años después de su último trabajo, Joan Baez regresa con un espléndido disco de versiones
Madrid
Joan Baez deja los escenarios, última gira. La gira del adiós, el Farewell Tour de Joan Baez. Tras toda una vida disparando canciones contra las injusticias, la estadounidense se jubila aquejada de unas cuerdas vocales curtidas en demasiadas batallas. Para su último viaje musical, Baez ha grabado uno de los mejores discos de su carretera tras diez años sin pasar por el estudio. Vuelve de la mano de un Joe Henry que ha apostado por la misma receta que usó Rick Rubin con Johnny Cash en los noventa. Whistle down the wind es un disco crudo, la voz rotunda de Baez, una guitarra solitaria y un piano melancólico. Poca luz en una atmósfera en la que sientes que Baez canta solo para ti, como si el mundo se hubiese parado a la vez para escuchar en silencio.
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Henry ha sabido crear el ambiente perfecto para que Baez suene en su esplendor, una voz reposada que transmite tanto respeto como sabiduría. Un marco perfecto para unas canciones que viene firmadas por Tom Waits, cuyo tema de 1992 da nombre al disco, el propio Joe Henry o Anohni con el fabuloso Another Worldi, el tema favorito de Baez. También Josh Ritter firma dos de las canciones. Ritter es uno de los compositores jóvenes que más han sorprendido a la cantante, que ya había cantado temas suyos y que lo reclutó de telonero hace unos años. Canciones de músicos diferentes, pero con una idea común en sus letras. “No diría que es un disco político”, apuntaba la cantante en una entrevista en el The Irish News. “Pero sí que tiene un punto de concienciación social y espero que anime a la gente a mover el culo y provocar un cambio”, añadía.
Con este disco, Baez vuelve de nuevo a la carretera, un último viaje en compañía de unas canciones que captan la idea de lo que la estadounidense ha sido como cantante y como activista. Una artista que ha entendido la música como un arma, como una herramienta para cambiar cosas y que a los 77 años vuelve a la carga antes de hacer caso a su médico y dejar la música para cuidar su voz. Se centrará en la pintura, pero poco hace pensar que Baez dejará la guerra a pesar de que deponga las armas. Sigue yendo a marchas y concentraciones aunque la gente joven ya no sepa quién es, ella se adapta a los tiempos. “Les digo que me busquen en Google”.