Merkel y Macron aplazan su plan para reformar la eurozona

Madrid

Es urgente esperar. La famosa máxima comunitaria se vuelve a aplicar a la esperada iniciativa franco-alemana para relanzar la reforma de la eurozona. Las dificultades con las que se ha encontrado la canciller Angela Merkel para formar un gobierno estable tras las elecciones de septiembre ha aplazado la discusión detallada de un compromiso sobre las iniciativas anunciadas por el presidente francés, Emmanuel Macron, al poco de llegar al Palacio del Elíseo.

El semanario alemán 'Der Spiegel' cita a un funcionario de la Unión Europea para señalar que la delegación alemana ha dado a entender al Consejo Europeo que no cabe esperar nada para la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea prevista en Bruselas dentro de dos semanas.

"La cuestión ha quedado suspendida", cita la publicación a la fuente, que agregó que "simplemente no hay nada que anunciar". Este retraso se justifica, según la parte alemana, porque en las negociaciones entre democristianos y socialdemócratas para renovar la Gran Coalición, los expertos de ambas formaciones no tuvieron tiempo para reflexionar sobre el futuro de la eurozona.

Macron ha propuesto reformar de manera integral la unión monetaria con medidas como un presupuesto propio para la eurozona y un ministro de Finanzas. Si esta segunda opción podría aceptada por los conservadores alemanes junto a la creación de una especie de Fondo Monetario Europeo, existen muchas más reticencias sobre el presupuesto común para situaciones de crisis. Un extremo que deberá negociar el nuevo ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, quien remplaza al austero Wolfgang Schäuble.

El presidente francés necesita presentar a su opinión pública que se avanza en la integración europea como contrapartida a las reformas económicas que está llevando a cabo. Pero, como casi siempre pasa en la Unión Europea, su ímpetu choca con el "tempo" comunitario. En los pasillos de las instituciones comunitarias ya se negocia sobre cómo se repartirán los sillones de presidente de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo tras las elecciones del año que viene y también está pendiente la operación para colocar al actual presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, al frente del Banco Central Europeo.