Atlántico

Madrid

A mí me parece que ser atlántico, si significa algo, tiene mucho que ver con tratar de resolver las distancias. Mi familia, como todas las familias gallegas, fue una familia de emigrantes, una familia que se tuvo que ir a buscar la vida a Brasil, a Argentina y a México. Cuando nosotros emigramos, miramos el mar, no miramos la meseta. Viajar era navegar, no era coger el tren. Un gallego ha tenido siempre históricamente más cerca Montevideo que Madrid. De todo esto viene nuestra saudade, que es echar de menos lo que no va a volver, aunque a mí me gusta pensar que la saudade consiste en echar de menos lo que ya se tiene pero está a punto de perderse. Ser atlántico es tratar de resolver o de reducir esa distancia sentimental con países que por afecto deberían de estar más cerca. El Eixo Atlántico no es tan ambicioso y lo que busca es estrechar lazos entre el noroeste peninsular, mediante las comunicaciones o la cultura. En donde es esencial Portugal porque yo no sé si sabes que el proceso soberanista catalán es la cortina de humo que los gallegos hemos hecho con mucho trabajo y mucha paciencia para anexionarnos en silencio con Portugal sin terminar de abandonar España.