"¿Mariano, qué hay de lo mío?"
Editorial de Toni Garrido
"¿Mariano, qué hay de lo mío?"
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Madrid
Qué difícil a veces es esto, qué tragedia la ocurrida ayer en Getafe, en fin...
Buenos días, ya saben que hay montado un tremendo lío con los millones de datos, supuestamente secretos, que Facebook vendió y que una compañía utilizó para tratar de conocer y alterar el sentido del voto de millones de usuarios en las elecciones americanas. ¿Quién podía imaginar que detrás de esas fotos de pies en la playa y recordatorios de cumpleaños se escondía una nueva manera de retorcer nuestra voluntad?
El progreso consiste en no tener que mentir en las encuestas, ahora para faltar a la verdad sobre nuestros gustos y opiniones sólo hay que mirar nuestro historial.
Es todo tan complejo, o tan idiota que ayer, mientras hacíamos este programa vimos a la CNN preguntar a sus espectadores: ¿Están de acuerdo con que las compañías de internet utilicen sus datos? Contéstenos en nuestra página facebook.com/CNN.
El progreso va a ser aquella frase que decía que uno no hace 2000 millones de amigos sin hacer algún enemigo.
Hablando de progreso... Después de presumir del extraordinario desarrollo económico del país y del formidable empuje de sus políticas, la pregunta que se formula España al completo es ¿Mariano, qué hay de lo mío? Hoy son los médicos los que se manifiestan y protestan.
Los médicos afirman haber perdido un 30% de poder adquisitivo. Denuncian trabajar mucho más por mucho menos y en peores condiciones. Pero bueno, son sólo médicos, lo suyo es vocacional... Si quieren ganar dinero que se vayan a la privada que es con la que firmamos convenios para que tengas enormes beneficios, ¿verdad, Mariano?
Menos mal que la justicia social sale de la modorra, esperemos a ver si llega despierta a las próximas elecciones.
El progreso por fin, es querer solucionar los problemas de este país con Photoshop. El progreso es tener un máster falsificando la nota, casualmente en la asignatura de financiación económica como Cifuentes. El progreso es no ir a prisión si eres condenado a seis años y tres meses como Urdangarín. El progreso, me pregunto: ¿qué habrá pasado con aquel amigo mío que hace muchos años me decía “A mí me da igual lo que suba la gasolina, yo voy a seguir echando mil pesetas”?