'Campeones', Fesser rompe estereotipos sobre la discapacidad

Madrid

Inmersos en un escrutinio al humor en la época las redes sociales, Javier Fesser que ha demostrado en su carrera cinematográfica no tener miedo a casi nada, estrena una cinta para demostrar que las personas con discapacidad apenas la tienen. Campeones llega después de que Fesser haya llevado a la gran pantalla a Mortadelo y Filemón, hazaña complicada la de adaptar los tebeos de Ibáñez, después del mundo creado en El milagro de P Tinto, o de vérselas con el Opus Dei en Camino.

Javier Gutierrez interpreta al segundo entrenador del Estudiantes. Un hombre sumido en una crisis personal que pierde su trabajo y que tras una borrachera estrella su coche contra un coche de policía. Una juez le impone entrenar durante un año a un equipo de baloncesto de barrio que juega una liga de personas con discapacidad intelectual.

Campeones se convierte en una comedia de superación que cuestiona la etiqueta de normal que impera en la sociedad, la misma que deja fuera de todo a quienes no cumplen con los requisitos establecidos. Fesser se pregunta si se puede definir la normalidad y si lo normal es lo deseable y todo con ternura y humor.

El guion y la dirección se mueven en el fino equilibro de usar un humor, en parte verbal, que lleva al absurdo esas palabras con las que etiquetamos a los demás, que no solo se ríe del estereotipo, sino que lo rompe y otorga dignidad a sus protagonistas.

Javier Gutiérrez, con su Goya debajo del brazo, comparte pantalla con Athenea Mata, Juan Margallo o Luisa Gavasa y, junto a ellos, el que ha sido el gran desafío de esta propuesta. Fesser buscó actores no profesionales en un castin por el que pasaron 600 personas con discapacidad intelectual, hasta llegar a formar la plantilla de debutantes.

Fesser ha adaptado un guion de David Marqués basado en una historia real que convierte a Campeones es lo que se conoce como una feel-good movie, películas que te hacen sentir mejor al salir del cine, divertida y que deja al espectador cara a cara con sus prejuicios, los mismos que el cine en este caso se encarga de romper.