Secreto de Cardinale
El mismo año que Hollywood se ha revuelto con el escándalo Weinstein, Claudia Cardinale confesó que el inicio de su carrera cinematográfica fue producto de un abuso sexual
Madrid
El actor tiene la suerte de representar vidas ajenas por exigencias del guion. Ponerse en los zapatos de otro, como se dice en inglés. El hecho de tener que aparentar obligatoriamente una vida que no has elegido y que esa vida sea la de actriz es una condena, una forma de moderna esclavitud. Claudia Cardinale convirtió la obligación en virtud para acabar siendo una estrella de cine internacional, pero el éxito fue el resultado de una actuación que sirvió entonces para tapar la cruda realidad: un abuso sexual fue el origen de su carrera cinematográfica.
Claude Joséphine Rose Cardinale nació en Túnez el 15 de abril de 1938. Con 17 años, salía del instituto cuando aceptó la invitación de un hombre —mayor que ella, un admirador habitual— de acercarla en coche a una fiesta que presuntamente estaban celebrando amigos comunes. La joven Claudia aceptó pero este individuo la acabó llevando a una casa de campo donde estaban solos. "Allí me violó", reveló hace medio año en una entrevista a Il Corriere della Sera. Fruto de aquella violación nació su primer hijo, Patrick, y es ahí cuando se atraviesa en su vida el mundo del cine.
El primer contacto de Cardinale con productores italianos había sido involuntario, a raíz de su participación (y victoria) en un concurso de belleza celebrado en la embajada italiana en Túnez. A ellos acudió su familia para pedir ayuda con el embarazo, los mimos que la enviaron a Londres para que tuviera al pequeño y, a su regreso, poder decir que era su hermano pequeño. A cambio, Cardinale tuvo que firmar un contrato en exclusiva con cláusulas abusivas: no podía engordar, cambiarse el peinado o elegir su propia vida sentimental.
El resto es historia del cine; debut con 19 años, un impresionante curriculum de títulos italianos y un exitoso salto a Hollywood, donde trabajó en grandes superproducciones. Esa suerte de vida involuntaria, de la niña que soñaba con ser exploradora y de la adolescente que quería ser profesora en Túnez. La diva accidental va a celebrar los 80 años sobre las tablas, actuando en el teatro San Carlos de Nápoles. Por puro placer. Ahora sí.