Duro, atractivo y con matices
El 17 de abril se cumple el centenario del nacimiento de William Holden, uno de los grandes actores de la historia de Hollywood.
Madrid
Podía hacer de galán romántico o de tipo duro del Oeste. Un actor carismático y con gran atractivo físico pero que a la vez ofrecía muchos matices. Billy Wilder dijo de él: “William Holden decía que no le divertía actuar. Tal vez por eso era el actor cinematográfico ideal. Estaba más allá de la actuación. Uno nunca dudaba ni cuestionaba quién era él.” Fue el propio Wilder el que le consagró en Hollywood dándole el papel de un guionista en apuros que se encuentra con una vieja estrella del cine mudo en “El crepúsculo de los dioses” y el que le hizo ganar el único Oscar de su carrera por “Traidor en el infierno”, además de dirigirle en otras películas como “Sabrina” o “Fedora”.
Los años 50 fueron su mejor década encadenando éxito tras éxito como "La colina del adiós”, “Picnic”, “Los puentes de Toko-ri”, “Nacida ayer” o “El puente sobre el río Kwai”. Durante los 60 pasó una mala racha. Estuvo a punto de ir a la cárcel en Italia por un accidente mortal de coche en el que él conducía borracho. Montó un negocio de safaris fotográficos en Kenia y una reserva de animales salvajes y a finales de la década reverdeció laureles gracias a “Grupo salvaje” de Sam Peckimpah. William Holden murió el 16 de noviembre de 1981 a los 63 años de edad debido a un accidente doméstico en el que acabó desangrándose al estar bebido. En este reportaje recordamos su figura y su carrera cinematográfica.
Antonio Martínez
Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine y de música. Primero en 'El cine de Lo que yo te diga',...