Ejemplo humano

Madrid

Luis Montes trabajaba a dos pasos de sus implacables perseguidores, los que orquestaron desde el gobierno de la Comunidad de Madrid una campaña de insultos contra el médico que ayudaba a la gente a morir dignamente. Un consejero sin escrúpulos y una presidenta despiadada pusieron en marcha esa cacería a la que él respondió con una dignidad emocionante. Me impresionó, al conocerlo, su serenidad. Mantenerla fue su objetivo. Era un ejemplo humano para los ciudadanos que admiramos el desarrollo civil de su ética.