Una de las minorías más perseguidas del mundo: "Hay un millón de personas que son considerados apátridas"
La directora mundial de comunicación de Unicef señala que la situación es "bastante desesperada"
Los rohingyas no son reconocidos por ningún país y no tienen a donde ir
Madrid
Los rohingyas son una de las minorías más perseguidas del mundo, han huido de Myanmar y ahora se enfrentan ante una de las crisis humanitarias más grandes del mundo. La directora mundial de comunicación de Unicef, Paloma Escudero, se encuentra en el campo de refugiados en Bangladesh y pasó por los micrófonos de Hora 14 fin de semana para explicar cómo es la situación "bastante desesperada" a lo que se suman las lluvias torrenciales y los ciclones.
"Tan solo en el campo grande hay 700.000 personas hacinadas, una población tan grande como Zaragoza, en una zona que siempre está afectada por inundaciones", explica Paloma Escudero ante la espera del Monzón.
"Tenemos que garantizar que todos los niños sean escolarizados, hasta ahora hemos abierto 1.200 escuelas"
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Paloma subrayó que "estas personas necesitan todo", desde garantizar que el agua potable, que las letrinas no van a causar problemas y saber si van a poder seguir contando con centros de salud, de alimentación, y ser protegidos de lo que se supone un campo de refugiados inaccesible. "La operativa es enorme, es un trabajo a contrarreloj. Estamos desplazando a sitios más seguros a las familias que se habían quedado en barrancos o terraplenes, garantizando que hay un refuerzo de medicinas y alimentos por si se quedan aislados durante días", indicó a los micrófonos de la Cadena Ser la directora mundial de comunicación de Unicef.
"La labor principal siempre son los temas de salud", dice Paloma Escudero quien enumeró que "la semana pasada terminamos la campaña de vacunación a 500.000 niños" además de la labor salud materno-infantil donde "casi 50.000 niños se estima que han nacido en este campo en los últimos meses".
"Tenemos que garantizar que todos los niños sean escolarizados, hasta ahora hemos abierto 1.200 escuelas. Estamos atendiendo a 120.000 niños pero esto hay que cuadriplicarlo para que los 600.000 niños que viven aquí puedan ir a la escuela", continuó.
Otros de los retos a los que se enfrentan las organizaciones es el de reto "proteger a estos niños y adolescentes del matrimonio precoz y del ambiente inseguro en un campo de refugiados donde los niños suelen ser las primeras victimas".
Los rohingyas no son reconocidos por ningún país y no tienen a donde ir pese a que durante generaciones vivieron en Myanmar, la antigua Birmania. "El gobierno de Bangladesh generosamente abrió sus fronteras pero se les considera como desplazados temporales, no se les considera refugiados ni con derecho a ciudadanía". "Hay un millón de personas que son considerados apátridas", concluyó.