La desaparición de Josef Mengele
Hablamos con Olivier Guez, que acaba de publicar en Tusquets esta crónica novelada de los últimos años del Ángel de la Muerte.
Madrid
Tras la caída del III Reich, Josef Mengele, el médico de Auschwitz desapareció. Muchos le dieron por muerto, pero fue uno de tantos responsables nazis que consiguió huir de la justicia.
Pasó años de forma clandestina en distintos puntos de Europa hasta que en 1949 consiguió llegar a Génova y poner rumbo a Argentina. Allí vivió una temporada al amparo del régimen de Perón, pero, al saberse perseguido, decidió pasar a Paraguay. El régimen de Stroessner lo acogió hasta que definitivamente se instaló en Brasil.
Estuvo a punto de ser capturado en dos ocasiones, una de ellas, coinicidiendo con el secuestro por el Mossad del responsable de la política de "solución final", Adolf Eichman.
Siempre mantuvo contacto con su familia. Llegó a casarse con Martha, la viuda de sy hermano Karl. En los años 70, en Brasil, recibió la visita de su hijo Rolf, quien tenía la esperanza de que su padre reconociera sus culpas, aunque volvió a Alemania sin conseguirlo.
Murió en 1979 ahogado en una playa de Sao Paulo tras sufrir un ataque cardiaco. El 6 de junio de 1985 su restos fueron exhumados y siete años más tarde, análisis de ADN demostraron que, efectivamente, esos huesos eran los del médico nazi.