La inestabilidad la trae Gürtel

Buenos días. Esta mañana, a partir de las 10 y media se celebra la vistilla en la que se va a decidir los condenados en la Gurtel que deben ingresar inmediatamente en prisión y otras medidas cautelares. Afectará a 16 de los 29 condenados, con las penas más altas, y entre ellos está el tesorero del PP Luis Bárcenas, los ex alcaldes populares de Majadahonda y Pozuelo, un ex consejero y un ex viceconsejero de los gobiernos del PP en Madrid, un ex concejal de Estepona y así una larga lista de personas vinculadas durante años al partido en el gobierno. Son los nombres propios de una sentencia que acredita la corrupción institucional y cuestiona la credibilidad del presidente del gobierno.

Y dirán ustedes, ¿por qué nos repite esto que ya sabemos? Porque conviene no desviar el foco. Si España está ahora mismo en este momento delicado e incierto, la responsabilidad corresponde al PP y a su máximo dirigente, a Mariano Rajoy. Dejar pasar el tiempo sin hacer nada, instalarse en una realidad paralela en la que todo eran manzanas podridas, mirar para otro lado, negarse a asumir responsabilidades políticas, esperar al veredicto de los jueces nos ha traído a esta gravísima crisis en el peor momento. Pero es que ahora, escuchado el veredicto de los jueces, tampoco se dan por aludidos y pretenden seguir como si nada. Rajoy no dimite y tanto él como los suyos se dedican a cuestionar la autoridad moral y los objetivos de quienes acuden al instrumento que contempla la Constitución para esta tesitura: la moción de censura.

Y ahora mismo hay mayoría parlamentaria para propiciar la salida de Rajoy del gobierno. Eso es, al menos, lo que dicen en público todos los demás partidos menos el PP.

El líder socialista, Pedro Sánchez y su partido, el PSOE, han hecho lo único que podían hacer a la vista de que Rajoy no tiene intención de dimitir. Presentar una moción de censura, por salud democrática. La moción es lo que dice la Constitución que hay que hacer en coyunturas como ésta. Ahora veremos si consigue los votos necesarios desde sus 84 escaños para sacarla adelante y en qué plazo convoca las elecciones con dos factores de riesgo sobre la fecha: el riesgo de tener a España y Cataluña sin gobierno a la vez y las turbulencias económicas que pueden llegar desde Italia. Otra vez están allí sin gobierno porque los populismos extremos querían poner un ministro de economía euroescéptico y el Presidente de la República se ha negado.

Aquí, a todos los partidos políticos españoles hay que exigirles hoy elevar los términos del debate y dejar de hacer cuentas electoralistas porque este país no da más de sí. Venimos de dos elecciones generales seguidas que condujeron al bloqueo de España por la incapacidad, la imposibilidad de pactar. ¿Habremos aprendido algo en este tiempo, todos?