¿Incompatibilidad absoluta por ley?

Madrid

Los tres ministros que ocupaban un escaño en el Congreso, José Luis Ábalos, Margarita Robles y Meritxell Batet, renunciarán a sus actas para ocuparse en exclusiva de sus ministerios. La medida no se toma sólo por esta razón sino para garantizar en todo momento los 84 votos que tiene el grupo parlamentario socialista y que serán imprescindibles en cada votación que se produzca durante esta corta legislatura de mayorías complejas y ajustadas.

El de Pedro Sánchez será el primer gobierno sin ministros diputados. En el anterior, por ejemplo, 10 de los 13 miembros del Gobierno se sentaban en el Congreso. Pero quizás sería interesante plantear que la excepción se convierta en ley. Porque parece evidente que, sin poder extender la duración de los días, se hace difícil compatibilizar dos cargos públicos que, en principio, requerirían exclusiva dedicación. Y no sucede sólo con los ministros. Se puede, por ejemplo, ser alcalde y a la vez diputado o senador, o ser parlamentario autonómico y senador. Pluriempleos públicos que, salvo disfrutar del don de la ubicuidad, obligarán a los elegidos a robar tiempo a alguna de las dos responsabilidades.