Recordando a la Jane de Tarzán

Madrid

En su biografía, Maureen O’Sullivan se quejaba de que el recuerdo que los aficionados al cine tenían de ella se redujera al personaje de Jane, ya que solo en la década de los años 30 del siglo XX participó en más de 40 películas. Títulos como “Ana Karenina” junto a Greta Garbo, “Un yanqui en Oxford” al lado de Robert Taylor, el clásico del terror “Muñecos infernales” de Todd Browning o “La cena de los acusados”, el primer título de la saga de comedias detectivescas de “El hombre delgado”. Hasta trabajó en una película de los hermanos Marx: “Un día en las carreras”. Se dice que Maureen O’Sullivan era la actriz favorita de Irving Thalberg, el famoso productor de la Metro y que tenía grandes planes para ella. Pero la repentina muerte de Thalberg en 1937 hizo que acabara siendo relegada a papeles secundarios.

Maureen O’Sullivan era irlandesa y de pequeña compartió pupitre con la también actriz Vivian Leigh. Llegó a Hollywood con 19 años y con 21 fue elegida para el papel que cambiaría su vida. La actriz se convirtió en Jane, la compañera ideal de Tarzán, ágil, divertida y sexy. Maureen contaba que en las seis películas que rodó junto a él se hizo muy amiga de Johnny Weissmuller pero no así de Chita, a la que siempre se refería como “ese maldito mono”. Decía la actriz que en cuanto se descuidaba un poco la mordía.

Uno de los guionistas de “La fuga de Tarzán”, la tercera película de la saga, era John Farrow, un australiano que muy pronto se convertiría también en director. Trabajando en la película se enamoraron y poco tiempo después se casaron. Hasta siete hijos trajo al mundo Maureen O’Sullivan, entre ellos la actriz Mia Farrow. Los sucesivos embarazos que tuvo fueron la razón de que rescindieran su contrato para las películas de Tarzán. La actriz abandonaba el cine por temporadas para cuidar de sus hijos o de su marido enfermo pero siempre regresaba al cine, destacando en películas como “El reloj asesino” que dirigió John Farrow o “Los cautivos”, el mejor western de Budd Boeticher. En total participó en más de 70 películas. Solo una vez pudo trabajar junto a su hija Mia Farrow. Fue en 1986 en la película “Hannah y sus hermanas” de Woody Allen donde hacían precisamente de madre e hija. La actriz falleció el 23 de junio de 1998 a los 87 años de edad.