Pasar página sin borrar el 1-O del recuerdo

Barcelona

El 1 de Octubre es una página que hay que pasar, dice Pedro Sánchez, invitando al gobierno catalán a abrir un tiempo nuevo, y éste responde que no se puede “olvidar” aquella fecha. Ciertamente quedará como un icono del independentismo y es legítimo. Pero lo que el gobierno catalán tiene que reconocer es que el mandato del 1 de Octubre al que apela reiteradamente no existe, porque fue en referéndum ilegal sin los requisitos elementales para poder ser reconocido. Pasar página sin borrarlo del recuerdo, este podría ser el punto de partida para empezar a hablar y negociar. Muy exigente para las dos partes. Y difícil de mantener con los presos en el trasfondo.

Ayer con Torra, hoy con Cuixart, Pablo Iglesias avanzándose en la construcción de puentes entre el soberanismo y la izquierda española. Parece que Podemos ha entendido que a corto plazo era más realista actuar como vanguardia aliada al PSOE que intentar desplazarlo.

El Congreso acepta la tramitación de la propuesta de Podemos para que padres y madres tengan permisos iguales e intransferibles. Me he acordado de una frase de la jurista María Eugenia Rodríguez Palop: “Feminizar la política es poner la vida en el centro”. Este gobierno tiene la oportunidad de empezar a demostrarlo.

Después del resultado de las elecciones del pasado domingo, “Erdogan ejercerá plenamente los poderes ejecutivo, legislativo y judicial en Turquía. El régimen turco pasa a ser una de las antidemocracias más radicales del siglo XXI”. Estas palabras son de un artículo del sociólogo turco Hamit Bozarslan en Le Monde. El mundo que viene ya está ahí. Erdogan ha construido un bloque hegemónico reagrupando “a una burguesía rentista que se beneficia de sumas enormes de dinero público, a los desheredados convencidos de que la pobreza no es una cuestión política, ni siquiera social, si no de simple caridad, y a las clases medias turco-sunitas profundamente conservadoras de la Anatolia Central”. En vigilia de las elecciones Erdogan dijo que él y Putin eran los únicos grandes líderes internacionales. Podrá seguir diciéndolo “si las democracias siguen capitulando frente a las antidemocracias”.