'Roma', obra maestra de Cuarón
El mexicano Alfonso Cuarón ha dejado boquiabierto el Festival de Venecia con 'Roma', una historia íntima, la de su familia y la mujer que le crió, al tiempo que retrata la convulsión política del México de los setenta
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Venecia
La plusvalía emocional que ofrecen las mujeres de clases pobres a las familias de clase media alta va más allá de un mero servicio doméstico. Mujeres que abandonan su vida, su familia y a ellas mismas para cuidar de los otros. Esa plusvalía de los cuidados la agradece el director mexicano Alfonso Cuarón en Roma, película que tiene todos los puntos para ganar el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia.
"Se convirtió en parte de la familia y nosotros en parte de su familia", decía Cuarón que ha dedicado la película a Libo, la mujer que cuidó de él y sus hermanos. "Cuando creces con alguien a quien amas no cuestionas su identidad y este proceso me forzó a ver a Libo como una mujer, con toda su complejidad, una mujer de las clases bajas, de origen indígena. Eso creó un punto de vista que yo no lo tenía. Yo la tomaba como mi mamá", reconocía.
Roma es la plasmación de los recuerdos de la infancia de Cuarón. La historia de una familia burguesa en el México de finales de los sesenta y setenta, donde los hombres huyen y son las mujeres quiénes salvan la familia. Cuatro hijos, un matrimonio donde el padre se divorcia y se va, una abuela y una criada que cuida a los hijos y también sufre el abandono masculino. "Es indudable que, al menos en mi hogar, las mujeres fueron quienes llevaron la casa, no había hombres".
Es la cinta más personal del director de Hijos de los hombres y Gravity, que vuelve a rodar en Español, lo que no hacía desde 2001 con Y tu mamá también. "No concebía que entrara el inglés en el set de rodaje", aclara Cuarón que ha incluido el mixteco, lengua de la comunidad indígena del Estado de Oaxaca, a la que pertenecen dos de las protagonistas de la película, las dos criadas, Yalitza Aparicio y Nancy García. "Un orgullo haber representado la lengua que nos caracteriza y ojalá se valore más y no se siga perdiendo", reivindicaban en una rueda de prensa donde el inglés ha pasado, por primera vez, a fondo.
Son dos amigas y educadoras fuera de la gran pantalla que se han enfrentado a su primera película. "No sabíamos quién era Cuarón, ni habíamos visto ninguna película suya", decían sin complejos las dos. "Realmente esta película son estas mujeres. si funciona es por ellas. El proceso que tuvieron de trabajo era nada convencial. Nunca tuvieron el guion, todo se rodaba en continuidad. Iban descubriendo su personaje. porque lo que queríamos era encontrar esos accidentes que son la vida".
Rodada en blanco y negro, Roma se compone de tres pilares, el personaje de Cléo, la memoria y el blanco y negro, con multitud de planos secuencia. "No quería una cuestión subjetiva, si no objetiva. Sin juicio. Que el estilo y la cámara no se entrometieran con el momento y respetar el tiempo. Al hacer planos tan abiertos le estás dando peso a los personajes y al entorno, al entorno social y familiar", explicaba Cuarón que esta vez se ha encargado del guion, la dirección, el montaje y la fotografía.
Es a través de ese entorno que aparece en los planos como conocemos la realidad política, social y económica de México, un contexto que se repitió en muchos otros países de América Latina. Eran los ecos del mayo francés, los estudiantes se manifestaban pidiendo más derechos, más reparto de la riqueza; pero los gobiernos no querían protestas. De ahí la formación de los Halcones, niños sin futuro de las barriadas entrenados, con la CIA de fondo, para masacrar a los manifestantes. Entraban hasta en los hospitales y en las tiendas a matar a bocajarro a los estudiantes, como vemos en una de las escenas más impactantes de Roma.
Toda la película es una reflexión sobre la desigualdad, sin subrayados, ni moralinas. El contraste del barrio de los señores, con el de los criados. Los coches grandes, con los autobuses viejos, las calles asfaltadas por donde corren los manifestantes, frente al barro de las barriadas. El clasismo y racismo que ha marcado América Latina está de principio a fin. "La película no da las respuestas, el espectador toma sus propias conclusiones. Luego hay toda una cuestión simbólica". La cinta está plaga de detalles y encuadres de su cine, de México y de su familia.
Roma ha sido rodada con un detalle minucioso, con 65 milímetros y un sonido que te hace estar dentro de esa casa; sin embargo, solo se estrenará en cines seleccionados, como ha anunciado Netflix, quien distribuirá esta cinta. "Estamos hablando de un rama en español y mixteco, que no es de género, y eso tiene mucha complejidad en verse en muchos lugares", explicaba Cuarón. "Las condiciones ideales son una sala, por supuesto, y la gente tendrá la opción de eso. Lo que es realmente importante es que la película tenga un cierto impacto para que con el paso del tiempo no se pierda. Eso es algo que le tengo agradecido a Netflix", decía Cuarón, que se quedó sin pasar por Cannes, con una película que podría haber ganado la Palma de Oro.
"¿Cuánto fue la última vez que vieron en salas una película de Bresson? ¿Cuántas en televisión?", preguntaba a la prensa Cuarón con el productor de Netflix presente. "Tarde o temprano nuestras películas van a vivir en ese formato. Hay que encontrar modelos más armónicos, eso es todo", se respondía él mismo. Roma podría ser el primer León de Oro de la plataforma, motivos no le faltan, pues tiene hechuras de obra maestra. El mejor homenaje a Libo.