Gol de los bancos

La política moderna es pura gestión de expectativas y hay un gol de Maradona a Inglaterra en un Mundial que es el mejor ejemplo del poder de las expectativas. Maradona recorre 50 metros desde su campo sorteando a varios contrarios. Pero lo sorprendente es que lo hace todo en línea recta. Los defensores ingleses tienen la expectativa de que va a irse a izquierda o derecha y por eso es capaz de seguir recto hacia el gol.

Esta semana arranca uno de los cursos políticos más apasionantes de los últimos tiempos. Supongamos, aunque sea mucho suponer, que el presidente Sánchez juega a ser Maradona. Todos los adversarios están esperándole: hoy Quim Torra tensará la cuerda y este otoño Podemos por la izquierda y PP y Ciudadanos por la derecha le pondrán en aprietos con los presupuestos.

Pedro Sánchez cumple esta semana 100 días en la Moncloa y no hemos visto el gol de Maradona, para qué nos vamos a engañar, pero tampoco está mal. Eso sí, la auténtica medida de su talento con la gestión de expectativas se verá en el momento de pulsar el botón del adelanto electoral. Si consigue repetir podemos estar ante una jugada política maradoniana, pero de momento acaba de dejarnos algo diferente: después de prometer un impuesto a la banca por motivos de justicia fiscal, ayer lo eliminó de la agenda. Es más fácil prometer que gobernar.

En términos futboleros, o de los bancos, se parece más al otro gol de Maradona en ese mismo partido, el de la mano de Dios, cuando mete la pelota con el puño en la portería inglesa. Me acuerdo de un jefe de Goldman Sachs que decía que los banqueros hacen el trabajo de Dios. Tal vez por eso, al final, no habrá impuesto para ellos. Gol de los bancos