Ninguno os inventaréis tantas cosas como él
Victor Lloret recuerda la figura del creador de la iglesia mormona, Joseph Smith, para el que el 21 de septiembre fue un día muy importante... el día que se lo inventó todo
El día que a Joseph Smith se le apareció un ángel
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Por mucho que en público todos mantengamos la actitud de “yo siempre voy con la
verdad por delante”, en plan concursante de Gran Hermano, todos sobrevivimos a
base de mentiras de mayor o menor tamaño. Pero se requiere mucho esfuerzo e
imaginación para llegar al nivel 'embusteril' de nuestro protagonista de hoy.
El figura en cuestión es Joseph Smith, un nombre que es posible que no os acabe de sonar, así que os diré que Smith fue el fundador de la religión más exitosa del siglo XIX: la de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. ¿Que tampoco os viene nada con ese pedazo de nombre? Pues a ver con su nombre popular: los mormones.
Joseph Smith no tuvo un 21 de septiembre memorable. Tuvo dos. En el primero, en
1823, se le apareció un ángel llamado Moroni, que le dijo que había un libro bíblico
escrito en láminas de oro enterrado de forma conveniente a poca distancia de la casa de Smith. Y en 1827 se le volvió a aparecer para ordenarle que no enseñase esas láminas a nadie más, sino que las tradujera y las publicara. La traducción tenía que hacerse de un idioma que nadie había oído hasta la fecha, llamado egipcio reformado.
Por si os estáis preguntando como podía Joseph traducir de este idioma, no sufráis: el ángel le dio unas gafas mágicas para leerlo, memorizarlo y luego dictarlo. Porque un detalle bastante bueno es que Joseph apenas sabía leer y escribir. Supongo que, como yo, os habrá dado un poco de risa la inventiva del amigo Joseph, pero más increíble que lo burdas que eran sus historias es que hoy en día haya 16 millones de personas que se las siguen creyendo.
Ahora ya estáis listos para encarar este 22 de septiembre con la seguridad de que
vuestras mentirijillas no se os irán de las manos como se le fueron al amigo Joseph
Smith las suyas.