¿Acabar con las pseudoterapias?

Madrid

La historia de Rosa Murillo, una mujer que falleció hace un año tras abandonar su tratamiento oncológico para ponerse en manos de la homeopatía y que ahora ha dado a conocer su familia, ha vuelto a suscitar la polémica en torno a estas pseudoterapias. Hoy publica El País una carta que más de 400 médicos y científicos dirigen a la ministra de Sanidad para que actúe contra ellas porque, afirman contundentes, hay que ser claros: las pseudoterapias matan.

El fenómeno se extiende y no cala sólo entre personas desinformadas. Ni tampoco está exclusivamente en manos de curanderos que trabajan en escondidos chiringuitos sino también, señalan los firmantes, de médicos que actúan con el conocimiento de sus respectivos colegios permitiendo así mantener el engaño. Es verdad que cada cual puede hacer con su vida lo que quiera. Es su derecho. Y es comprensible que la desesperación pueda llevar al individuo a buscar cualquier esperanza, por extravagante que sea. Pero también es deber de las autoridades no contribuir con la inacción a la estafa de pacientes graves permitiendo que médicos colegiados extiendan recetas de productos que se venden en farmacias dando una apariencia médica a sus tratamientos.