Así se convirtió Rami Malek en Freddie Mercury
Sofá Sonoro estrena en primicia el testimonio del actor en el que relata cómo fue el trabajo para convertirse en el líder de Queen
Bohemian Rhapsody, el biopic sobre Freddie Mercury y sus compañeros de banda, llegará a los cines el 31 de octubre
Madrid
Cuando Queen conquistó a los mil millones de personas que veían el Live Aids en televisión, Rami Malek tenía cuatro años. Hijo de exiliados, como Mercury, Malek no podía imaginar que un día su vida y la del cantante se cruzarían de una manera tan determinante para el actor, que en ‘Bohemian Rhapsody’ interpreta el papel de su carrera.
El viaje de Malek comenzó con una llamada, la llamada de un productor. Estaba entre los candidatos para interpretar al cantante de Queen en una película producida por sus excompañeros de banda. Malek se lo tomó en serio y entendió lo más importante de aquella aventura que estaba a punto de comenzar. No se puede imitar a Freddie Mercury, hay que convertirse en Freddie Mercury. Esta es la base sobre la que Rami Malek ha construido el mejor papel de su carrera, una interpretación mayúscula que consigue algo clave para el éxito de la película: desde el primer minuto dejas de ver a Malek para ver a Mercury.
Sin embargo, los inicios no fueron sencillos. Las dudas abordaron al actor californiano cuando entendió la magnitud del reto. “Interpretar a alguien que ha significado tanto para tanta gente es una responsabilidad inmensa”, aseguró Malek en la presentación de la película en Madrid. “Pero en cierta medida entendí cómo era Freddie, yo también he sentido ese rechazo, esa idea de no encajar”, añadió.
Para preparar el papel, Malek rechazó la idea de aprender los pasos de Mercury. “Un coreógrafo no era lo que necesitaba, un coreógrafo no iba a enseñarme a moverme como Freddie, necesitaba un entrenador de movimientos”, explica en el vídeo en primicia que estrena Sofá Sonoro. Para ello acudió a Polly Bennett, que ya trabajó en los movimientos de la ceremonia de apertura de Londres 2012. Juntos entendieron que la clave estaba en los pequeños detalles que diferenciaban a Mercury, en los gestos, la mirada, la manera de jugar con el micrófono, de fumar, en su amaneramiento, en la forma de mover la boca y jugar con los dientes. Todo eso fue perfilando la base sobre la que Malek se convirtió en Mercury. “Esos detalles me llevaron mucho tiempo y se convirtieron en una obsesión”, relataba Malek en Madrid. Pero también han sido la clave del éxito.
No hay nadie en la música comparable con el cantante de Queen. Su personalidad dominaba los escenarios y sus movimientos resultaban hipnóticos. La forma en la que jugaba con el público, usándolo como un instrumento musical, marcó la forma de interaccionar con las audiencias. Además, estaba su voz, su registro único, su manera de adueñarse de todo, como demostró en ese Live Aids de Wembley que vertebra la película de Bryan Singer. Pero Malek consigue estar a la altura del reto. “No quería imitar a Freddie, quería comprenderlo, saber por qué hacía lo que hacía”, relata el actor.
El resultado de todo este trabajo se refleja en la interpretación de Malek, un papel que acompañará al actor durante toda su carrera y que lo consagra como uno de los intérpretes de más calado de su generación. Un trabajo que se podrá ver el 31 de octubre cuando ‘Bohemian Rhapsody’ llegue a los cines y redescubra la fuerza de Mercury y la magia de Queen. “Una banda eterna”, como apuntaba Malek, que ahora quedará irremediablemente ligado a ellos.
- Escucha el 'Sofá Sonoro' dedicado a la historia de Queen:
Sofá Sonoro: El viaje a la gloria de Queen (02/06/2018)
59:13
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