Hacerse el muerto para evitar una condena
Alberto Pozas, compañero de Cadena SER, nos trae las historias más sorprendentes y divertidas relacionadas con tribunales y el Código Penal. Esta semana, gente que se muere por evitar sus responsabilidades
ferrantraite (Getty Images)
En España, y en el resto del mundo, hay gente que se muere por evitar responsabilidades. Algunos se hacen los locos cuando llega la cuenta de un restaurante, otras saltan los tornos del metro como quien no quiere la cosa. Y otros fingen su muerte para escapar de la Justicia y de Hacienda.
Hacerse el muerto para evitar una condena
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Un juzgado condena a un hombre a nueve meses de cárcel por un delito de estafa: había falsificado su declaración de la renta y también varias nóminas. En junio de 2012, cuatro años después, el juzgado dice que tiene que entrar en prisión para cumplir condena, y es su pareja la que contesta: no puede entrar en prisión porque lleva muerto varios años. Murió en Palmira (Colombia).
La Justicia española archivó el caso hasta 2014, cuando descubren que está prenso en la cárcel de Bonxe (Lugo). La jugada a veces sale bien y, a veces, no tan bien. Si de repente ingresas en la cárcel a 80 kilómetros del juzgado que te condenó, pues el negocio no te ha salido demasiado bien.
La Justicia tiró del hilo y descubrió que no había muerto: su certificado colombiano de fallecimiento era falso y había ganado parte de la partida. Su responsabilidad penal se había extinguido, la de dos condenas: por estafa y por falsedad documental.
Un error judicial terminó siendo su perdición: su responsabilidad penal caducó, pero las órdenes de detención no se retiraron, y eso terminó con sus huesos en la cárcel. En el verano de 2017, la Audiencia Nacional le terminó imponiendo 1 año y 10 meses de cárcel: por falsificación en documento público, por falsear su propia muerte para escapar de la justicia.
