Examen al "Trumpismo"
Madrid
Creo que si hace tres o cuatro años nos hubieran dicho a cualquiera de nosotros que un tipo como Donald Trump sería el presidente de estados unidos, el sucesor de Obama, le habríamos tachado de loco. La carga de machismo, racismo, prepotencia, chulería y mal rollo que destilaba un tipo con el pelo pintado de un color muy raro no cuadraba en nuestras cabezas. ”¡No puede ser!”, pensábamos: ¿cómo este patán, por mucho dinero que tenga, va a llegar a la casa blanca? Pues ahí le tenemos. Y no por casualidad, sino porque más de 60 millones de personas lo decidieron con su voto.
Resulta muy cómodo desde la distancia y en el sofá de casa pontificar sobre lo que ocurre en la otra punta del mundo. Ese ha sido nuestro error, y lo fue seguramente también de muchos norteamericanos que hoy se horrorizan, pero que no se tomaron en serio la amenaza. Sólo algunas voces, como la del cineasta Michael Moore, alertaron del peligro, advirtieron de que el demonio existía. Hoy ese demonio o ángel en opinión de sus seguidores, pasa un examen importante. Con los resultados de estas elecciones empezaremos a saber si el trumpismo pasará a la historia como un estrafalario paréntesis o, por el contrario, ha llegado para quedarse, está marcando tendencia y va a acabar cambiando nuestro propio paisaje.
Pues yo soy optimista por naturaleza, pero mucho me temo que vamos más a por lo segundo. Ojalá me equivoque.