"Lo bueno sería divorciarse por amor a la propia pareja"

Madrid

"Ya no nos casamos por conveniencia ni por interés entre partes, sino que hay consenso en que, como la vocación profesional, tiene que formar parte de nuestras libertades democráticas". Es lo que dice el historiador de las emociones Javier Moscoso, que explica cómo el amor, un sentimiento del que todo el mundo tiene una opinión y una experiencia, aunque sea vicaria, y que, como todas las demás pasiones, tiene tambíén una forma política de interpretación.

A pesar de todos los tipos de amor que hay (el amor filial, el amor a Dios, el amor a la patria...), cuando hablamos de amor solemos pensar en el amor romántico, el de pareja, que Moscoso cree que podría definirse como la amistad aderezada con el deseo: "la amistad es la base con la que se hace el guiso, el deseo solo una de sus salsas. No es bueno confundir el aderezo con el conjunto del plato". Y cuando le enfrentamos al escalofriante dato de que cada 5 minutos se divorcia una pareja en España, Moscoso no parece alarmarse: "decían los antiguos que el amor es el peor amigo del matrimonio y debe ser en parte verdad porque uno normalmente se divorcia por amor. Lo bueno sería divorciarse por amor a la propia pareja: ya nos hemos querido bastante, es hora de quererse de otra manera". ¿No decían que uno sale de los Congresos del Bienestar viendo las cosas de otra manera? Eso se consigue gracias a pensadores como Javier Moscoso.