Que la sorpresa de Vox no nos nuble la vista

Reino Unido y Bruselas hacen planes ya para un Brexit sin acuerdo y el Gobierno británico moviliza a los reservistas del ejército por el lío que se puede montar en las fronteras. No sabemos si están exagerando para meter miedo a los diputados que deben aprobar el acuerdo en Westminster en enero, pero la noticia está ahí. Ha dimitido el primer ministro de Bélgica por las tensiones con sus socios flamencos, los amigos de Puigdemont. Macron no consigue acabar con la protesta, de baja intensidad ahora, pero protesta sostenida de los chalecos amarillos. Todo pinta mal, y sin embargo, el Gobierno italiano y Bruselas llegaron anoche a un acuerdo sobre el presupuesto. En Alemania Los Verdes, un partido europeísta, crece tanto como la extrema derecha. Hay partido.

¿Y España? Pues España, que lleva como el resto, una década azotada por todas las crisis, hoy amanece con titulares que hablan de revertir, un poco, los recortes más duros. Subirá el salario mínimo interprofesional, subirá un 2,5% el sueldo de los funcionarios, subirán las pensiones un 1,6, y las mínimas un 3. Y sin embargo, los partidos siguen jugando con fuego, jugando como niños que sólo tienen como horizonte el caramelo electoral. Que la sorpresa de Vox no nos nuble la vista. Este es un país que ha superado momentos críticos con inteligencia y que ha sabido ir por delante de sus dirigentes en capacidad de entendimiento. Hay muchos interesados en que esto deje de ser así, en que veamos al que piensa distinto como un enemigo y no sólo como alguien con otro punto de vista. Hay muchos interesados, ya digo, en cambiar eso, pero los españoles, ¿vamos a dejarnos?