Las claves del cine y las series de 2018 y lo que vendrá en 2019
Anaizamos cuáles han sido las tendencias de 2018 y cómo serán las del próximo año: Juego de Tronos, Netflix y el cine, el fututo del cine español...
La Script: Las claves del cine y las series de 2018 (01/01/2019)
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Madrid
Hay una película que define todo lo que ha sido este año 2018 en el plano cinematográfico. Es Roma, del mexicano Alfonso Cuarón. Roma ha sido y es importante por varios motivos. Primero por su calidad. Es la mejor película del año para la gran mayoría de críticos y cineastas, como bien señalan las habituales listas de lo mejor de 2018. Lo es para La Script, que tras verla en el Festival de Venecia, dijimos que estábamos ante una obra maestra. No somos dadas a tales calificativos, pero esta historia perfectamente rodada, con una fotografía que encuadra cada detalle de la memoria del director y con una historia emotiva y a la vez universal sobre el clasismo, el racismo y el machismo de la sociedad. Es un homenaje a todas las empleadas del hogar que dejan su vida para cuidar la de otros, los más ricos.
Más allá del plano artístico, Roma ha reabierto el debate sobre qué es una película y dónde se consume el cine. Cuarón se quedó sin financiación a mitad de rodaje y entonces llegó Netflix, tiró de chequera y pagó la película, que se rodó tal cuál Cuarón había diseñado. Una vez terminada, llegó el lío. El director había firmado con Netflix que la cinta llegaría a las salas, pero la plataforma prima el streaming, que es la base de su negocio. Roma iba a ir al Festival de Cannes, pero el certamen, presionado por los exhibidores franceses, dijo que no elegiría para la sección oficial a concurso películas que no fueran a estrenarse en los cines franceses. Netflix se ofendió y boicoteó a Cannes y a sus directores y no llevó ninguna película al certamen. O concursaba, o nada. Cuarón se quedó sin su Palma de Oro, Cannes sin la película del año y Netflix logró la polémica que necesitaba.
Roma ganó el León de Oro en Venecia y allí comenzó su carrera a los premios norteamericanos. Está nominada a todo lo posible en los Globos de Oro, salvo a mejor película, por las reglas internas de los premios de la prensa. ¿Será el primer Oscar para una película de Netflix?
La cinta mexicana está rodada en blanco y negro. La decisión, dice Cuarón, se debe a que así se muestra mejor cómo la memoria no es objetiva. El blanco y negro ha sido otra de las tendencias de este 2018. Otra de las mejores películas del año, Cold War, del polaco Pawel Pawlikosvski, también ha sido rodada en blanco y negro. En este caso, el director polaco repite la fórmula de anterior filme, Ida, con la que logró el Oscar a mejor película extranjera. En Cold War, con la que ganó mejor dirección en Cannes, propone una historia de amor imposible en plena guerra fría y destaca el uso de la música como propaganda, tanto del comunismo como del capitalismo.
También en blanco y negro ha sido concebida una de las series españolas de año, Arde Madrid, de Paco León, una manera de quitarle edulcoramiento a una época, el franquismo, en la que se ambienta esta historia sobre las peripecias de Ava Gadner en Madrid.
El cine italiano también ha resurgido este año. Dos películas han demostrado la fortaleza y originalidad del país mediterránea. Lazzaro Feliz ha sido una de las películas el año. Más de autor que las anteriores y dirigida por una mujer, Alice Rohrwacher. Una mezcla del neorrealismo que inventaron sus paisanos con el realismo mágico, que muestra cómo la explotación de los campesinos en la edad media, sigue en nuestro existiendo en este mundo neoliberal. La cinta más marxista del año.
De quién son los hijos y de quién son las tierras, del que las trabaja, se pregunta Todos lo saben, una de las películas españolas del año, que inauguró el Festival de Cannes con Penélope Cruz y Javier Bardem. Dirigida por el iraní Asghar Farhadi es una de las películas que mejor capta las dinámicas familiares y relacionales de un pueblo español. Los jóvenes sin futuro, la emigración, los conflictos de clase y las peleas familiares. Todo eso sumado a unas interpretaciones de infarto.
La buena noticia es que el cine español ha dejado más éxitos. Para empezar, por quinto año consecutivo, nuestro cine ha superado la barrera moral de los 100 millones de euros de recaudación. Gracias a muchas películas, pero sobre todo a Campeones, el fenómeno del año. La cinta de Javier Fesser ha logrado ser la más taquillera gracias a su historia bienintencionada y al magnífico retrato de los discapacitados intelectuales, sin ñoñerías.
Otra de las sorpresas del año ha sido Carmen y Lola, la ópera prima de la directora Arantxa Echevarría, que cuenta el romance de dos gitanas lesbianas. La cinta estuvo en Cannes, en una sección paralela, y logró empezar un buen recorrido de crítica y de público. Por Cannes pasó también Petra, lo nuevo de Jaime Rosales, otra de las películas de autor del año, junto a Entre dos aguas, la Concha de Oro en el pasado Festival de Cine de San Sebastián. Isaki Lacuesta ha mostrado con cuidado y detalle una de las zonas más deprimidas de nuestro país, la de la bahía de San Fernando en Cádiz, justo cuando en Andalucía gana Vox.