El chasco de descubrir que no eres el primero en llegar al Polo sur
Robert Falcon Scott llegó al Polo sur el 18 de enero de 1912, iba a clavar la bandera de Reino Unido y de repente vio otra bandera, la de Noruega
Pensar que eres el primero en llegar al Polo sur y encontrarte una bandera clavada
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Según nos decía ABBA en una canción, “el ganador se lo lleva todo”. Y en el caso que nos ocupa hoy, no podrían tener más razón. Es complicado perder más en la vida de lo que perdió Robert Falcon Scott.
Imagínate el panorama: llevas 2 meses soportando el frío más atroz, pendiente de que la congelación no se lleve ninguna de tus extremidades ni las de tu equipo, todo para ser el primer hombre que llega al Polo Sur. Y un 18 de enero de 1912, por fin lo consigues. Vas a plantar la bandera del Reino Unido en el polo y serás un héroe nacional. Pero cuando la tormenta de nieve te permite ver con claridad lo que tienes delante, ves que ya hay una bandera noruega plantada en el hielo. Roald Amundsen, tu rival en la carrera por llegar al Polo Sur, te ha ganado por más de un mes.
Si eso parece duro, no es lo más duro que le quedaba por delante a Scott. Dos de sus cuatro compañeros de expedición morirían en el camino de vuelta al campo base. Scott y el otro superviviente lo harían poco después, congelados en su tienda a solo 15 kilómetros de la base.
Así que si hoy te sientes desafortunado porque alguien se te ha adelantado haciendo tu mismo chiste en Twitter, no te quejes muy alto y acuérdate de Scott.
SI TE HAS QUEDADO CON GANAS DE MÁS...
