Amistades lingüísticas
Madrid
El debate sobre las redes sociales y su influencia en nuestras vidas está abierto desde hace tiempo y más allá de lo que piense y haga cada uno, creo que algo sí está claro: que las redes no son buenas o malas por sí mismas, sino que depende del uso que se les dé. Es como un cuchillo: puedes pelar la manzana o cargarte a alguien.
Bueno, pues en Twitter, donde ocurre de todo, hemos encontrado una historia magnífica. Pequeñita, modesta…alguno dirá. ¡Qué exagerado! Vamos a verlo.
Un profesor de asturiano, de bable, cuelga el siguiente texto: "¿sabíais que n’asturianu diferenciamos suañu y sueñu? Puedes tener el suañu de ser astronauta, pero marches pa la cama cuando tienes sueñu” y se pregunta: "¿a quién puede molestar que queramos caltener la nuestra bayura llingüística?" Y a la pregunta le han respondido: "os galegos cantto tenos sono vamos para a cama coa esperanza de ter soños prestosos” le han respondido también: “en catalán también distinguimos entre la son, el son y el somni, que sería el suañu” y una más: “en euskera pasa algo parecido, dice otro tuitero, tenemos amestu, que sería sueño en el sentido de desear o imaginar algo y amets egin, de dormir".
¿A que es hermoso este intercambio, a que fluye como si tal cosa? A mí me parece un símbolo de lo que deberían ser las lenguas y no siempre son. Vamos, no tanto las lenguas como su uso, o su utilización interesada. En esta conversación de Twitter hablan, con toda naturalidad, personas en galego, asturianu, castellano, catalán, euskera y nadie resta, todo el mundo suma.
Por cierto, hasta el momento he contado más de 500 retuits y 2.000 me gusta. Sólo hay un tuitero, uno, que dice “Catalunya siempre será una comunidad autónoma y todo esto son dialectos”. Pero es uno frente a miles. Está claro que si en la vida real fuera así, la tolerancia ganaría por goleada.