¿La realidad supera a la ficción?

Madrid

Maribel Tellaetxe es una mujer de Portugalete que padece alzhéimer. Cuando se lo diagnosticaron hizo prometer a su marido, Txema, y a sus hijos, David, Rut y Daniel, que el día que no recordase sus nombres, que les confundiese, ese día le tendrían que ayudar a marchar. A morir. Se lo dejó escrito en una carta familiar en 2006. Lo registró en 2017 en un documento de últimas voluntades cuando el avance era imparable. Ese día ha llegado pero no pueden cumplir su promesa, porque a pesar de la petición abierta hace dos meses en change.org y firmada por 160.000 personas para despenalizar la eutanasia, a pesar de haber recibido ayer mismo el apoyo casi unánime de su Ayuntamiento de Portugalete, facilitar la muerte a quien desea morir sigue siendo ilegal en España, a diferencia de Holanda Bélgica y Luxemburgo.

Contradiciendo el dicho, la realidad suele superar la ficción. O la alimenta. En la última temporada de Vis a vis, una de las presas en la misma situación que Maribel pide exactamente lo mismo a sus compañeras. Si el cine llevase su historia un día a la pantalla no sabemos si retrataría el sufrimiento personal o el que vicariamente padecen los suyos, o si se centraría en la lucha frente a las instituciones para cambiar las cosas, o si resaltaría las convicciones de Maribel o la fortaleza de su familia para cumplir la palabra dada. Lo que sí sabemos es que sería un drama. Y que, de momento, no tendría final feliz.