¿Un relator que necesita relato?

Madrid

Aquí andamos en las últimas horas en un nuevo máster para intentar entender qué es un relator. El gobierno lo ha aceptado como figura en la mesa de partidos para hablar del problema de Cataluña y el incendio provocado ha sido de gran magnitud. Con el diccionario en la mano, relator es aquel que en una reunión “hace relación de los asuntos tratados, de las deliberaciones y de los acuerdos correspondientes”. Sería, según esta acepción, una figura entre secretario y notario. Lejos de la del relator de la ONU, enviado por la organización para estudiar e informar sobre la situación de los derechos humanos en países en donde, presuntamente, se están vulnerando.

Parece, pues, poca cosa esta figura como para que, por aceptarla, PP, Ciudadanos y Vox acusen a Pedro Sánchez de traidor a la patria arrodillado ante los independentistas. Dicho lo cual, también parece fuera de lugar que, en una democracia, una reunión entre partidos democráticos necesite de una figura externa para organizar encuentros y dar fe de lo que en ellos se discute. Puede ser una muestra del grado de desconfianza, del enquistamiento del problema o de la incapacidad de los actores para resolverlo. En todo caso, que un relator necesite un relato para ser explicado, ya habría sido suficiente razón como para replantear la idea antes de ser planteada a los ciudadanos.