La "amputación vital" de Francisco González Ledesma

Madrid

Por allá por la década de los 50 nos topamos con la audacia de todo un periodista, Francisco González Ledesma. De origen barcelonés, fue un escritor y novelista veterano de la novela policíaca que, a través de las calles de su ciudad natal, -la gran protagonista de sus obras-, analizó la situación de censura y transición del periodismo de la época y de la vida cotidiana.

A día de hoy, su hija, Victoria González, quien heredó la profesión de su padre, sigue manteniendo el legado literario que dio vida al inspector Méndez. Un personaje, un policía “que lleva en su definición el sello de haberse formado en una dictadura”, y a través del cual Ledesma plasmó "una Barcelona cambiante", explica su sucesora durante la entrevista con Antonio Rubio, quien recupera la obra del escritor como "una ecografía perfecta de la situación de aquel momento".

Se le otorgan más de 400 obras firmadas bajo su nombre y otros seudónimos como Silver Kane, Silvia Valdemar, Rosa Alcázar, Fernando Robles, Enrique Moriel… Diversas carátulas con las que el autor sorteó la censura en los tiempos en los que la libertad de expresión contenía la asfixia de la dictadura de Franco. "Mi padre era un persona que sufrió los rigores de una dictadura y eso moldeó mucho su vida". Y como a muchos otros, se le despojó de su esencia, "la de escribir", lo que supusó "una amputación vital" para el autor, sentencia su hija y periodista. Los folletines constituyeron "el único medio donde realmente educó y trabajó su oficio", reclama Rubio.

Victoria habla de cerrar el círculo y lo hizo a modo de precuela. Trasladó la novela de su padre a 1945, a un Méndez adolescente, con el que ahora pueden conocer sus orígenes. Algo que además supone "un guiño a la juventud de mi padre" ya que "muchos de los escenarios que recorre el inspector ya fueron visitados antes por él".

El errático Méndez, un personaje "con corazón de izquierdas y formas de derechas", en cuya moral pesaba más la balanza "por la justicia que por la ley, por el débil antes que por el poderoso", recuerda Victoria González. Seguirá pasando en nuestros tiempo que, en la literatura y en la vida, se nos cruzarán más personajes como Méndez y más humanos como Ledesma.