El #MeToo salta a la música: varias mujeres denuncian el comportamiento abusivo de Ryan Adams
Media docena de mujeres denuncian, en The New York Times, el comportamiento y los abusos de Ryan Adams
Madrid
Desde hace dos décadas, Ryan Adams ha sido el niño prodigio de la música americana. Compositor compulsivo, Adams también ha dado muestras de un comportamiento inestable aderezado por el abuso de drogas. Todo ello, sin embargo, ha ido creando un aura de artista maldito alrededor del compositor. Ahora, su estatus de estrella se ha visto comprometido después de que siete mujeres, incluidas dos parejas sentimentales, hayan denunciado el comportamiento del músico en un extenso reportaje publicado en The New York Times.
El reportaje del diario neoyorquino retrata a un Ryan Adams que, consiente de su poder en la música, contactaba con jóvenes artistas con promesas profesionales, ofreciéndose a lanzar sus carreras tanto tocando con él, participando en sus giras o produciendo sus primeros pasos en la música bajo su sello musical. Varias mujeres relatan las contrapartidas de la oferta y muestran a un Adams con intenciones sexuales.
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Ava, la bajista de 14 años
El caso más llamativo que aborda el diario es el de una adolescente de 14 años a la que Adams contactó a través de las redes sociales. Durante varios años ambos se cruzaron infinidad de mensajes, más de 3.000 en nueve meses. En ellos, el músico aconsejaba a la joven artista que formase una banda con otros amigos. Durante ese tiempo que estuvieron en contacto, el músico preguntó a la chica, en reiteradas ocasiones, por su edad. Ella mintió. Él siguió insistiendo sobre su edad, incluso pidió ver una identificación. Ava nunca se la enseñó y él fue elevando el tono de la conversación. “Quiero que te toques los pezones”, escribió en noviembre de 2014.
El músico y la joven siguieron en contacto. Un día pasaron de los mensajes a una conferencia por vídeo. Cuando Ava se conectó, Adams estaba desnudo. Después de aquello la relación se enfrío y el músico puso sobre la mesa la posibilidad de grabar juntos, pero la joven entendió que aquella invitación implicaría tener que acostarse con el cantante y lo descartó. Ava cortó la comunicación y desde entonces no ha vuelto a dar un concierto.
El caso de Phoebe Bridgers
La joven bajista no es la única mujer que denuncia estas formas de Adams ni sus ofertas musicales con un trasfondo oscuro. Phoebe Bridgers debutó en 2017 con Stranger in the Alps, un disco fascinante. Tras años antes, Ryan Adams invitó a la chica a su estudio a tocar con él. “Había mucha mitología alrededor suyo y la idea de que podía impulsar la carrera de cualquiera”, relata la cantante en el Times.
Bridgers, que tenía 20 años entonces, recuerda que Adams le regaló un guitarra, le dijo que le recordaba a Bob Dylan y la invitó a volver a su estudio para grabar sus canciones. Después de aquello, Adams comenzó a mandarla muchos mensajes en los que coqueteaba con ella y ofreció a Bridgers irse de gira con él. En apenas unas semanas, la relación del cantante se volvió obsesiva y “emocionalmente abusiva”, según Bridgers, que explica que Adams empezó a controlarla, a pedirla sexo telefónico amenazando con suicidarse sino respondía a sus mensajes.
Finalmente Bridgers decidió alejarse del músico. Para retenerla, Adams decidió editar las grabaciones que hizo con Phoebe y la invitó a ser su telonera en 2017. Ella aceptó por la oportunidad que suponía. Un día, Adams le pidió que le llevase algo a su hotel. “Cuando llegué estaba completamente desnudo”, confiesa la compositora en el Times.
La exmujer y la exprometida
Otras dos cantantes han relatado episodios similares en el reportaje del diario neoyorquino, historias negadas o matizadas por el abogado del músico. Más peso tienen las denuncias de las exparejas de Adams. La actriz y cantante Mandy Moore estuvo casada con Adams durante casi seis años y ha relatado cómo Adams la aisló de la industria musical ejerciendo un gran control sobre ella, atándola de una manera que la actriz califica de “psicológicamente abusiva”.
En los mismos términos se ha referido Megan Butterworth, exprometida de Adams, que lo califica de “controlador y emocionalmente abusivo”. Butterworth explica que el músico la aisló tanto social como profesionalmente y denuncia que Adams tenía ataques de furia y que la intimidaba físicamente, aunque asegura que nunca fue golpeada. Cuando la pareja rompió, Adams asedió a su expareja con cientos de mensajes de todo tipo, llegando incluso a asegurar que se iba a suicidar.
Ese comportamiento compulsivo cuadra también con la forma de trabajar de Adams. El músico retrató esa separación en un disco homónimo. De inicio Adams compuso más de ochenta canciones, que finalmente cribó en una docena. "Yo soy el típico friki que se cree que tiene la gran trilogía, el 'Star Wars del divorcio", contaba en una entrevista en 'El País.
Todos estos relatos, negados o matizados por el abogado de Ryan Adams, dibujan un terrible retrato del músico, un músico que ha dado sobradas muestras de su inestabilidad, pero también, y a través de las canciones, de una gran sensibilidad. Cada relación y matrimonio fallido ha dado pie a un disco de ruptura (lleva ya varios en su carrera) que han conquistado a público y crítica. Estas denuncias abren un nuevo escenario en la carrera del músico y supone el salto del movimiento #MeToo a la música, a los artistas en activo.