Una olla a presión
Si yo tuviera que ponerle un titular a este paisaje me quedaría con uno que he visto en "El periódico de Catalunya": "las dos Españas"

undefinedVÍDEO: ROBERTO CUADRADO
Madrid
Con lo que nos gusta en este país discutir de política, creo que vamos a llegar al verano prácticamente exhausto. El presidente Sánchez ha decidido que podamos repartir el esfuerzo en dos etapas, que no sé si es bueno o malo, pero es lo que hay.
El 28 de abril es finalmente, como saben, el día elegido para las generales pero es probable que hasta después de las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo no se defina el panorama sobre quién y cómo puede gobernar.
Ahora mismo el esquema parece bastante claro; hay dos opciones: es la derecha tricéfala, o trifálica como dijo ayer la ministra de justicia, es la suma de partido popular, ciudadanos y vox, la fórmula de Andalucía, es eso o la mayoría progresista y periférica que votó unida para echar a Rajoy. Ese es el esquema básico. Y a partir de ahí cada uno tendrá que lidiar con sus propios demonios.
El PSOE, por ejemplo, decidir si es un partido con una sola voz, que va a por todas; y con qué mensaje, básicamente en el tema territorial.
Casado tiene que ver si continúa con ese lenguaje agresivo y hasta tabernario, con mentiras incluidas, que acerca al partido popular a vox y le aleja del centro.
Rivera ya tiene la foto de colón para su álbum, pero es probable que intente guardarla en un cajón; ya veremos.
Y Podemos, bueno, pues le ha pillado en su peor momento. No sé qué rival elegirá o si optará por una confrontación general.
Y atravesando todo y a todos, pues el tema de Catalunya: con el juicio en marcha y con la batalla abierta dentro del propio independentismo.
En fin, que aburridos seguro que no vamos a estar. Otra cosa es que nos hartemos. Pero si yo tuviera que ponerle un titular a este paisaje me quedaría con uno que he visto en “El periódico de Catalunya”: “las dos Españas”. Sí, así estamos otra vez.




