"El Lobo" se confiesa
undefinedVÍDEO: ROBERTO CUADRADO
Madrid
Los Oscars de este año incluyen entre las películas nominadas una que está ahora mismo en cartel, que se titula “Infiltrado en el Ku Klux Klan”. Cuenta la historia –real– de un policía negro que consiguió, pues eso: infiltrarse en este grupo racista. Y la historia se cuenta con toques de comedia porque, que un negro pase desapercibido en el Ku Klux Klan… pues digamos que parece un chiste.
Si quieren saber cómo se las apaña tendrán que ir a ver la película, que por otra parte no creo que gane el Oscar, pero les digo todo esto porque es verdad que el cine ha recreado en un montón de ocasiones este personaje del infiltrado, del agente encubierto. Ahí estuvo Leonardo di Caprio con la mafia, o Bryan Cranston con los narcotraficantes. Todo eso está muy bien; se han hecho grandes películas. Pero, ¿y en la vida real? ¿Cómo funciona eso? ¿Cómo debe ser lo de vivir con una doble identidad? Que ni tu familia pueda saber lo que haces, ni tus compañeros… que si un día hay mierda, te la comes tú; que no le puedes pedir ayuda a nadie. Que te pierdas el funeral de tu padre, y el de tu madre, y la boda de tus hermanas. ¿Cómo debió ser, por ejemplo, estar infiltrado en eta durante varios años y aún hoy andar mirando por las esquinas por si hay algùn zumbado que quiere ajustar cuentas?
Bueno, todo esto que acabo de resumirles no es el guión de ninguna pelìcula; sino retazos de la vida de Mikel Lejarza, conocido como "El Lobo". "El Lobo", sí, se hizo una película sobre él en 2004, pero lo que hoy vamos a conocer es su propio testimonio, sus memorias, recogidas en un libro titulado: “Yo confieso”. Tengo ganas de preguntarle muchas cosas, pero sobre todo una: después de 45 años, de todo lo que le ha ocurrido, incluida la medalla que de forma muy discreta le otorgaron en el 2010, yo quiero preguntarle a Mikel Lejarza: ¿Ha merecido la pena? Tengo curiosidad por saber qué responde.