Nos merecemos a VOX

He estado pensando en las razones por las que un político o un periodista no debería querer a Vox en un debate, incluida la razón principal (no tiene representación parlamentaria), y no se me ocurre ninguna. A la izquierda le interesa un partido tan grotesco y tan simple en la mesa para poder darle a gusto a Vox; es un caramelo para cualquier rival. A la derecha le interesa tener a Vox en el debate para legitimarlo y decirle a la audiencia que no son monstruos extramuros y se sientan y se mueven como cualquier político. A los medios, porque dan morbo y audiencia, dos cosas que hemos aprovechado todos, también yo ahora. La campaña estará más marcada que nunca por Cataluña pero en la mesa estará la ultraderedecha española y no el independentismo catalán. ¿Por qué? Porque quizá nos parezca más sexy mediáticamente Vox. Y un país al que le produce tanta curiosidad un partido que defiende que las personas tengan menos derechos según su sexo o lugar de origen, y que cree que no existe la violencia de género y persigue a quienes la combaten, a lo mejor no sólo se merece ese partido, sino también ser gobernado por él unos meses.