España vende menos del 4% de los coches eléctricos de la UE, muy por debajo de su peso en el mercado
Con 1,3 millones de coches comercializados, es el quinto país en cuanto a volumen de ventas de turismos
En 2018 se vendieron menos de 6.000 turismos eléctricos
Madrid
Durante el año 2018 se vendieron en el conjunto de la Unión Europea más de 15 millones de turismos y España vendió alrededor del 9% de todos ellos. Con 1,3 millones de unidades comercializadas fue el quinto país –por detrás de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia– por volumen de ventas. Sin embargo, a las alternativas ‘0 emisiones’ les está costando abrirse paso en el mercado automovilístico español. En nuestro país se vendieron menos de 6.000 turismos eléctricos, apenas el 3,9% del total europeo, muy por debajo de su peso en el mercado comunitario, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
Con menos del 4% de cuota, los datos dejan a España lejos de las cifras de Alemania que vendió más de 36.000 coches eléctricos, Francia con más de 31.000 y Holanda con más de 26.000 unidades. Países, estos tres mencionados, en que la venta de turismos eléctricos supera con creces su cuota general en el mercado del automóvil.
Noruega, líder indiscutible
Caso aparte es el de Noruega. En el país nórdico se vendieron el año pasado 150.000 turismos y casi un tercio de todos ellos fueron eléctricos puros. Con 46.143 coches eléctricos comercializados, se sitúa como la líder indiscutible en la adaptación del mercado de la movilidad a los objetivos de descarbonización.
Según Jorge Morales, vicepresidente de la Fundación Renovables lo que está pasando en el resto de Europa es que hay subvenciones a la compra de vehículos eléctricos. “Subvenciones no como aquí que de vez en cuando se abre un período de subvención y se agota en 48h, si es que se abre”.
En el caso noruego, decía Morales, hay una devolución directa en el IVA. “Todo el mundo sabe cuándo se va a comprar un coche eléctrico que le va a costar menos porque tiene menos impuestos, además de las devoluciones que hay en el impuesto de circulación y equivalentes. Es decir, hay un incentivo fiscal muy positivo para la compra de este tipo de vehículos mientras que en España es residual. Esto está haciendo que en otros países, naturalmente, vayan muy por delante de lo que estamos viendo en España”.
El Gobierno español anunció hace unas semanas la puesta en marcha del plan MOVES, para favorecer la compra de vehículos eléctricos. Un programa de ayudas aprobado por el anterior Ejecutivo –que estaba previsto viera la luz en el año 2018–, con un importe de 45 millones de euros para el que, aun ahora, no se han establecido los criterios de distribución con las comunidades autónomas.
Concienciación social
Al margen de los incentivos, tema “exclusivamente político” según Morales, dado que “el coste de un coche eléctrico en un país o en otro es el mismo”, también se trata de un tema de concienciación social. “Los países del sur de Europa vamos a ser los más afectados con las consecuencias del cambio climático y sorprendentemente estamos menos concienciados que en el norte”. Cambio climático por una parte y contaminación en las ciudades por otro. “Se trata de un doble problema”.
Aquí en España, en palabras de Jorge Morales, “cada vez que un ayuntamiento aprueba alguna limitación a la hora de entrar en el centro de las ciudades porque hay un nivel de contaminación inasumible resulta que mucha gente clama contra el alcalde o la alcaldesa de turno. Esto no es así en el resto de países. Sobre todo en el norte de Europa la gente es muy consciente de que si se tiene que tomar la medida de restringir el tráfico rodado en una ciudad no es por capricho. Es por una razón de primera magnitud, por una razón de salud pública”.
Y es que para que se cumplan los objetivos de descarbonización de la economía para el año 2050, en línea con el protocolo de París y el acuerdo que alcanzaron cerca de 200 países del mundo –incluidos todos los integrantes de la Unión Europea–, hay que tener claro, decía Morales, que “mucho antes de 2040 no se puede vender un coche que produzca emisiones”. Aunque para llegar a ese punto, con las cifras en la mano, queda un largo recorrido.