¿Feminismo o feminismos?

Madrid

La masiva movilización del pasado 8 de marzo marcó un hito en la reciente historia del feminismo en nuestro país. El Me Too soplaba entonces vientos favorables que ayudaron a un movimiento ya de por sí potente. Un año después, existe gran expectación por ver si se superará el listón alcanzado. La fotografía general nos muestra que las reivindicaciones entonces expresadas siguen hoy vigentes. Y también, que frente a un feminismo cada vez más transversal, se ha destapado un machismo que se muestra sin tapujos en su contraataque y que pretende diluir algunas de las conquistas que ya parecían fuera de dudas, desde el aborto a la violencia de género.

Sin llegar a esos extremos, también aflora una tercera vía, expresada esta misma mañana por Inés Arrimadas en esta cadena, que defiende un feminismo propio, el feminismo liberal, que manifiesta discrepancias en materias como la gestación subrogada, la prostitución o el lenguaje inclusivo. Como me gusta ver la botella medio llena, creo que el hecho de que el feminismo se haya situado definitivamente en el centro del debate social es una conquista fuera de toda duda. Ahora sólo falta que el machismo vivo y recalcitrante no siga creciendo y nos pille discutiendo.