Si eres presidente de un país, no hagas publicidad de tabaco
El 7 de marzo de 1997 Ryutaro Hashimoto, primer ministro de Japón, se jactó de fumar más de 40 cigarrillos diarios. Se libró de milagro de una multa bastante cuantiosa
Si fumas 40 cigarros al día y eres presidente del Gobierno, mejor no lo digas
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Fumar es un vicio bastante feo del que yo personalmente hace muy poco que me he librado. Por eso tengo una cierta simpatía por nuestro protagonista de hoy, que es nada más y nada menos que un primer ministro de Japón, Ryutaro Hashimoto.
En Japón, como en la mayor parte del mundo, el tabaco no era un vicio autóctono, pero en cuanto fue introducido a la isla no tardó en enganchar a buena parte de su población. Y, también como en el resto del mundo, esto no empezó a ser visto como un problema hasta las últimas décadas del siglo XX. En Japón, el momento crucial del cambio de mentalidad hacia el tabaco fue la década de los 90, cuando se legisló duramente contra su uso.
El presidente Hashimoto, de visita en Singapur, hizo un comentario sobre los más de 40 cigarrillos al día que se fumaba, diciendo que lo hacía porque, con los impuestos que pagaba sobre el tabaco, estaba ayudando a la economía nacional.
A los lobbies anti tabaco nos les hizo mucha gracia su comentario, y el 7 de marzo de 1997 presentaron una demanda contra él, reclamándole medio millón de yenes en daños y pidiendo que la justicia le obligara a dejar de fumar. Después de un año en los juzgados, Hashimoto consiguió que todo quedara en un susto.
La lección que podemos aprender los fumadores de Hashimoto es que más vale dejar de fumar por propia voluntad, antes que te obligue tu salud… o un juez.
Si te has quedado con ganas de más...