La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha mostrado su preocupación por la situación en Venezuela, que es «insostenible»: «Habría que haber liderado la vía del diálogo para solucionarlo de una vía democrática», ha dicho Montero, que rechaza que pueda darse «una intervención militar por petróleo». «Las elecciones sólo van a poder ser una vía legítima en Venezuela si sin son acordadas. Cualquier solución que parta del diálogo será mejor que una que parta de una intervención militar», ha concluido. Montero ha destacado como positivo que el Gobierno de España se haya comprometido a ayudar a Venezuela para solucionar el problema de los apagones porque “mejora la vida de la población civil” aunque recuerda que el ejecutivo de Sánchez “tendrá que colaborar con un gobierno que no reconoce”. También ha dicho que “es lógico que se estudie” la posibilidad de acoger a dirigentes chavistas en España, como ha reconocido en una entrevista en «Hoy por Hoy» el ministro de Exteriores, Josep Borrell, porque “no sería la primera vez” que se hace. Montero ha explicado que se toman las encuestas que prevén bajada para Unidos Podemos con moderación y asume que hay «desencanto» con la política en general, aunque también con la formación que lidera Pablo Iglesias. La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso admite que «hay desencantados» con Podemos: «No somos todo o que podríamos haber sido», aunque recuerda que «muy pocos votos pueden decidir que una fuerza sea la primera o segunda». «Pedimos el voto porque somos los únicos que tenemos las manos libres para dar la vuelta al sistema económico». Irene Montero ha admitido que su «error» más «grave» ha sido al gestionar los «problemas internos» de la formación, aunque también se ha escudado en que el partido no tiene «muchos amigos en los medios de comunicación». La dirigente de Podemos ha rechazado las críticas de históricos dirigentes de la izquierda que acusan al partido de no tener un proyecto de país: “No nos cuesta decir España. Otra cosa es que digamos que el problema no es la bandera”, ha dicho Montero, que sitúa el feminismo y el cambio climático como dos aspectos fundamentales de su “proyecto de país”. Ha defendido, además, a Jaume Asens como candidato de Catalunya en Comú, pese a que es independentista, porque “lo importante es que defiende el diálogo” y “cree que es posible rearticular la convivencia entre Cataluña y España. Feminismo y «crisis civilizatoria» La portavoz del partido morado en el Congreso ha asegurado que el movimiento feminista trata de «dar la vuelta al sistema económico», algo que no puede hacerse «con las manos atadas». En varias ocasiones ha repetido Montero el concepto de «crisis civilizatoria», tantas que ha tenido que explicar qué entiende ella por ese concepto: «Crisis civilizatoria es la que acepta a los valores fundamentales, a la organización misma de nuestras sociedades. Cuando hablamos de feminismo no hablamos de hacer una ley por aquí y otra por allá, hay que plantearse los ejes que vertebran nuestra convivencia. ¿Cuántas horas a la semana se deben trabajar? ¿Cuántas vacaciones son necesarias? ¿Cuánto tiempo de descanso? ¿Cuánto tiempo para los cuidados? ¿Quién se va a ocupar? Esas preguntas, que son las centrales de la vida, son las que están encima de la mesa y las que hay que resolver desde la política institucional». Irene Montero ha reiterado en la SER que «pronto» habrá una mujer al frente de Podemos porque son «tiempos de mujeres» y no ha querido contestar a la pregunta de Pepa Bueno de si estas declaraciones, que también asume la coportavoz del partido, Noelia Vera, tienen como objetivo frenar un hipotético ascenso de Iñigo Errejón.