Un partido da instrucciones a su filial

Pablo Casado pidiendo a Vox que no se presente en las circunscripciones más pequeñas parece el líder de un partido dando instrucciones a su filial. Es como si el PP tuviese Nuevas Generaciones, que serían sus juventudes, y Generaciones Eternas, que sería Vox. Casado, que es el PP de bares, y Abascal, que es el PP entrando en un after. Pero lo más curioso es la naturalidad con que Casado marca distancias con la extrema derecha: disolviéndolas. Una persona puede decirle a su pareja que quiere seguir acostándose con ella sin invitarla a las fiestas, pero pedirle que se deje insultar en público es demasiado. Lo que Casado propone es que se le deje la cama y el baile para él solo. Ya vale él por los dos.