El ministro inglés que compartió amante con un dirigente soviético
Hubo una época en la que los políticos no mentían tanto y los periodistas preguntaban menos, pero eso cambió por un momento para este político británico
España
Ahora nos hemos acostumbrado a que los políticos mientan igual que también se ha convertido en normal interrogarlos sobre su vida personal y que nos mientan ahí también. Qué mejor ejemplo que Donald Trump, que está siendo investigado no ya por acostarse con Stormy Daniels, una actriz porno, sino por sobornarla luego para que no hablara.
El ministro inglés que compartió amante con un dirigente soviético
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Pero todo era muy distinto hace 56 años, y más en el Reino Unido. Y no me refiero a que los hombres se comportaran mejor. No, no lo hacían. Pero se hacían menos preguntas, y era muy raro que un escándalo llegara a los oídos del gran público.
Pero eso mismo sucedió el 22 de marzo de 1963 cuando el que tuvo un día pésimo fue John Profumo, un político del Partido Conservador británico. Profumo era el Secretario de Estado para la Guerra, que era el título algo terrorífico que tenía el ministro de defensa en el Reino Unido de la época. Y ese 22 de marzo, Profumo tuvo que responder a preguntas sobre su relación con una modelo Christine Keeler. Los periodistas hacía días que sabían que había esta relación, pero callaban por discreción.
El 22 de marzo un parlamentario de la oposición le preguntó si era cierto o no. Y lo hizo con un buen motivo: Christine Keeler era también la amante de Yevgeny Ivanov, un miembro de la embajada soviética. Había un riesgo muy real de que Christine estuviera pasando secretos militares de una cama a la otra. Profumo en un principio negó que hubiese tenido más que una relación social con Keeler, pero al final la verdad salió a la luz y tuvo que dimitir de todos sus cargos. Hacia el final de su vida, casi 40 años después de los hechos, logró rehabilitar algo su nombre, pero ni él ni Keeler superaron nunca eso fatídicos días de 1963.