La desorbitada condena a una abogada iraní es un "castigo ejemplar"
Amnistía Internacional exige la inmediata liberación de Nasrin Sotoudeh, condenada a 38 años de cárcel y 148 latigazos por defender a las mujeres que se niegan a usar el hijab. La portavoz Yolanda Vega cree que "es un mensaje a la disidencia de que no se puede ir en contra de lo establecido"
Los 148 latigazos a Nasrin
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La abogada iraní Nasrin Sotoudeh ha sido condenada a 33 años de cárcel y 148 latigazos, a los que se suman otros 5 años de prisión de una condena anterior, por defender los derechos de las mujeres y niñas “a las que no se les permite salir de sus hogares a menos que se cubran el cabello con un pañuelo y los brazos y las piernas con ropa suelta”, según ha denunciado Amnistía Internacional.
Para Yolanda Vega, portavoz de AI en España, esta condena “es un mensaje a toda la disidencia dentro de Irán de que no se puede ir en contra de lo establecido porque si no esto es lo que puede pasar, esta es la represión”. Es la forma del régimen de recordar a las mujeres que seguirán sometidas a una ley “totalmente discriminatoria y degradante para las mujeres”, critica Vega. Se trata de “un castigo ejemplar”.
En Irán hay un fuerte movimiento de defensa de los derechos humanos, asegura la portavoz, pero cada vez que hay campaña las autoridades iraníes responden “con mano dura”. La organización no recuerda una sentencia más dura que esta contra un defensor o defensora de los derechos humanos en muchos años. Y defiende que lo único que ha hecho Nasrin toda su vida es “luchar pacíficamente por los derechos humanos”, defendiendo a las mujeres que se niegan a acatar las leyes sobre el uso del hijab y también luchando contra la pena de muerte.
La abogada recibió en 2012 el premio Sarajov a la libertad de conciencia, que concede el Parlamento Europeo a disidentes que luchan por la libertad de expresión en su país.
De acuerdo con las autoridades de Irán, la defensa de Nasrin “atenta contra la seguridad nacional o es un insulto al Líder Supremo”. Se le acusa de “incitar a la corrupción y la prostitución” y “cometer abiertamente un acto pecaminoso” por haber aparecido en público sin hiyab y quitárselo durante las visitas penitenciarias.
Vega recuerda que durante todo el año 2018 hubo muchas protestas de mujeres en contra del uso obligatorio del velo. “Una de esas campañas consistía en salir a la calle, subirse en un lugar elevado y ondear el pañuelo”. Muchas mujeres fueron detenidas y Nasrin fue su defensora legal, llegando a quitarse el velo a veces en protesta por las detenciones o llevando flores al lugar en el que una de estas mujeres fue detenida.
Otra de las iniciativas con las que muchas mujeres están luchando contra esta imposición es la de “los miércoles blancos”, cuenta Vega, que consiste en llevar un pañuelo blanco ese día. Porque “son muchas las que todos los días se enfrentan a que agentes de policía de la moral les increpen o les obliguen a gritos en público a ponerse mejor el velo, y algunas son detenidas si no lo llevan”.
Nasrin fue detenida en junio y durante estos meses “en algún momento ha estado en huelga de hambre”, por lo que “su situación es delicada, pero mantiene alta la moral”, como prueba el que haya decidido no apelar la sentencia por considerar que el proceso es injusto y no querer legitimarlo, asegura la portavoz de Amnistía.
No es la primera vez que Nasrin Sotoudeh es detenida. En 2010 ya fue condenada a seis años de prisión por “difusión de propaganda contra el sistema” y “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional”, los mismos delitos por los que fue condenada a otros cinco años en 2016. A este juicio no se le permitió acudir por no llevar la indumentaria apropiada.
En esta ocasión, ha sido la abogada la que no ha querido estar presente en el juicio porque lo considera injusto, ni tampoco ha estado presente un abogado de su elección. Y por cada cargo “se le impusieron las penas más altas a las que luego se sumaron además otros cuatro años, el juez quiso ser ejemplar”, insiste Vega. Así, superaron el límite máximo de años permitido en la legislación iraní, 29.
La petición de Amnistía Internacional para exigir al Líder Supremo de Irán la liberación inmediata e incondicional de Nasrin Sotoudeh y la anulación de la sentencia ya cuenta con más de 146.000 firmas en España. Y más de medio millón de personas se ha sumado a la campaña en todo el mundo. Yolanda Vega cree que este trabajo de sensibilización es importante porque “las autoridades iraníes son sensibles a la presión internacional”, y van a hacerles llegar esta petición.