"Hay microorganismos peligros que no alteran ni sabor, ni olor, ni el aspecto..."
Hay muchos mitos o falsas creencias alimentarias - ademaste algunos "descuidos" - muy interiorizadas por los consumidores que, sin embargo, pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Por ejemplo "si no huele mal o no tiene mal aspecto es que está bueno", "nunca ha pasado nada", "si estaba en la nevera, con un calentón basta..."
En SER Consumidor este domingo pasado desmontamos estas falsas creencias con Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos y experto en seguridad alimentaria. Por ejemplo, dijo que no hay que guardar más de tres días las sobras en la nevera.

Las falsas creencias en la alimentación
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Madrid
Muchos de los mitos que cada día escuchamos a la hora de cocinar y de comer son falsos, creencias que no tienen nada que ver con la seguridad alimentaria. Y Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos y experto en seguridad alimentaria fue rotundo en el último programa de SER Consumidor. Estos fueron algunos de los temas tratados en la entrevista.
“Lo que no mata engorda”
O también decimos “de algo hay que morir” cuando dudamos si comer algo o no. Y Lurueña fue categórico: “a veces incluso mata, es poco frecuente pero puede ocurrir, y no solo que mate si no que nos puede producir algún problema de salud serio”.
“Toda la vida se ha hecho y nunca ha pasado nada”
También es otra de las ideas. Decimos por ejemplo: “toda la vida se ha bebido leche cruda y no ha pasado nada”. Y el tecnólogo de los alimentos asegura que “sí que pasaba, el problema es que se nos olvida”.
“No huele mal, estará bueno”
Esta es una de las “pruebas” que muchos consideramos “infalibles” para saber si un alimento está en buen estado: olerlo o, incluso, probar un poco y consideramos que si no huele mal o no sabe mal está en buenas condiciones. Y no necesariamente tiene que ser así. “Hay microorganismos como la salmonela, campylobacter, la listeria… los más peligrosos, y los que pueden ser más frecuentes que no alteran su sabor, su aspecto, ni su olor… así que mucho cuidado con eso”, aseguró Miguel Ángel Lurueña.
“Fuera es donde puede haber problemas: como en casa, en ningún sitio”
Miguel Ángel Lurueña puso el ejemplo en SER Consumidor de aquellos que comentan: “comete estos huevos que son caseros y los ha puesto mis gallinas”, y aseguró que deberíamos tener en cuenta que “ahí es donde no se sigue ningún control de la industria alimentaria”. O que cuando cocinamos en casa a veces descuidamos algunas cosas en materia de seguridad e higiene “que en la industria o en buenos restaurantes sí que se hacen”.
Las comidas que están en la nevera… “un calentón y listo”
Otra falsas creencia es considerar que algo que ha estado en la nevera está libre de “peligro”. “Siempre hay que calentarlo bien, porque incluso calentándolo bien no se matan todos los microorganismos”, comentó Lurueña. Pensamos que en la sartén mueren todas las bacterias y no es así porque tal y como comentó el experto en seguridad alimentaria “hay algunas resistentes al calor, que es lo que pasó con el caso de los espaguetis”, en el que falleció un joven hace años. Además, aconsejó que para calentarlo bien, por ejemplo, “el huevo tiene que quedar cuajado, la carne tiene que quedar bien hecha al igual que el pescado, sobre todo los alimentos de origen animal”. También se recomienda una temperatura de entre 65 y 70 grados durante un minuto.
Sin embargo, si es comida recalentada, “lo que hace el frigorífico con la comida que guardamos es ralentizar el crecimiento de los microorganismos”. Deberíamos tener una precaución de no tener más de 3 días las sobras por norma general y luego, calentarla suficientemente, darle un buen calentón, por ejemplo, si es un guiso hay que hervirlo antes de comerlo.
Lo que hemos preparado y hemos congelado… ¿mismo proceso de calentamiento?
“En el congelador sí podríamos decir que se detiene el tiempo en el aspecto microbiológico no en el aspecto bioquímico, pero al descongelar sí podría aumentar el crecimiento de microorganismos”. Por lo tanto, según Lurueña, “deberíamos descongelar en el frigorífico siempre y consumir antes de 24h cocinando o calentándolo suficientemente”.
“Lavarse las manos cuando manipulamos alimentos”
Aunque algunos dicen que no pasa nada, que no han tocado nada sucio… “siempre hay que lavarlas, es un simple gesto que puede ahorrarnos muchos disgustos”.
Las fechas de caducidad
También nos habló sobre la importancia de respetar las fechas de los alimentos: “Hay que respetar las fechas de caducidad”, dijo Lurueña. En el caso de la fecha del consumo preferente, se puede ser un poco más indulgente, “aunque lo recomendable es respetarlas siempre”.




