Alba Carballal: "No me interesan tanto los personajes que buscan la felicidad como aquellos que huyen de la infelicidad"
La primera novela de Carballal es una sátira social y moral con referencias literarias significativas para la escritora y que ahora conforman su universo literario
Madrid
Tres maneras de inducir un coma es la primera novela de Alba Carballal, una arquitecta lucense que presenta la aventura de un hombre de 40 años sin perspectiva de futuro que vehicula a través de una sátira social y moral. Una historia que escribió en la Fundación Gala, punto de encuentro de artistas de diferentes disciplinas que durante un año le brindó la posibilidad de escribir y convivir con otros creadores. Macarena Berlín conversa con la escritora gallega sobre el proceso creativo de su trabajo y su universo literario.
Alba Carballal: "Es interesante saber renunciar a las etiquetas y tratar de hacer algo personal con lo que te encuentres cómodo"
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Carballal reivindica siempre la Fundación Gala. A ella le cambió la vida cuando acababa de terminar la carrera de arquitectura y era consciente de que no se quería dedicar a ello. "Allí encontré el tiempo, el espacio y la tranquilidad para en total libertad escribir lo que a mí me daba la gana". Además, lo hacía en compañía de otros creadores "porque en el fondo esta es una profesión muy solitaria", afirma la escritora quien también señala que una de las partes fundamentales que vio cubierta durante su estancia en la residencia en Córdoba fue el hecho de conocer a gente perteneciente a la industria. "Nos hicieron ver que detrás de lo que hacíamos podía haber una profesión, no solo una afición o vocación".
Tres maneras de inducir un coma cuenta las vidas de una serie de personajes que, por distintas circunstancias, han terminado teniendo unas vidas que no esperaban. "No me interesan tanto los personajes que buscan la felicidad como aquellos que huyen de la infelicidad", asegura Carballal quien menciona que eso último es algo mucho más común en nuestra sociedad. "Muchas veces te encuentras con gente que parece perdida y que lo único que quiere es no estar sola y no estar excesivamente triste".
La situación de la novela es disparatada, pero sus personajes no lo son. "Como ellos no lo son, se adaptan a esa situación de una forma un tanto quizás enfermiza. A mí me interesa más que los personajes perdedores, aquellos que se adaptan a una sociedad enferma". Nace de ahí el punto amargo, quizás ácido, de este trabajo que para muchos se viste de comedia y del que Alba aclara que "cuando me senté a escribir no estaba pensando en escribir una comedia" aunque indica que si tuviera que decir un género lo enmarcaría como comedia pero clásica, "como la entendían los griegos, con tintes de melancolía, tristeza, de reflexión política…".
Federico es el personaje principal, un conformista que vive bajo la protección de su madre hasta que una llamada le cambia la vida. "Creo que es un poco de todo, siempre digo que la novela es un Frankenstein y algo de eso ahí, está construida a cachos. Sería absurdo negarlo", comienza la creadora de este personaje quien relata la influencia de otros personajes literarios en Federico. Un protagonista que es una mezcla entre el bufón y el pícaro, "un pícaro que le sale mal", señala Alba Carballal.
La novela plantea una reflexión sobre varios temas, desde la importancia del dinero en el mundo actual, la decadencia de ciertas ideologías o el humor. Sin embargo, Carballal echa en falta una lectura pausada en lo que se refiere a la familia. "Creo que habla mucho de las relaciones familiares, una cosa en la que no se han centraron mucho las lecturas que ha habido hasta ahora y que para mí es importante". La escritora gallega también pone su mirada en la soledad en los tiempos modernos. "Si hay algo de mi generación es la reflexión sobre la soledad contemporánea. Una forma de estar solos y conectados a la vez muy particular".
Tres maneras de inducir un coma no es solo puro humor, si no un cóctel de referencias, estilos y géneros y es que como la propia Carballal señala, "es interesante saber renunciar a las etiquetas y tratar de hacer algo personal con lo que te encuentres cómodo". Como ella misma señala: "Me gusta recuperar cosas que están más enterradas pero a mí me parecen excelentes". Y es que el tono final de Tres maneras de inducir un coma es particular, "nace de meter las cosas que a uno le interesan en una batidora". Así, Carballal señala: "Al final está todo escrito e inventado y tienes que ver a la gente que lo ha hecho bien antes que tú".