Carta a los reyes magos

Esta es una carta a los reyes magos. Bueno, mejor dicho, a los cuatro líderes políticos que esta noche se partirán el pecho en el debate televisado. Pártanse el pecho, pero por favor, no se partan la cara. No se insulten. No se desprecien. No se odien. Les necesitamos a todos para que nos representen. Pero dignamente. Si no de forma ejemplar, al menos de manera que no nos dé asco. Les prometo que si eso sucede, no apagaremos el televisor, pero mañana lo compartiremos con los oyentes de este este programa.

Y ya puestos a pedir, expliquen cómo cada uno piensa combinar el rescate social de los que se han quedado en la cuneta de la Gran Recesión -para lo que se necesita gastar más- con la necesidad de afrontar una mala situación económica internacional -para lo que sería conveniente gastar menos o ingresar más.

Y ya puestos, ¿cómo se puede combinar bien la firmeza en defensa de la democracia con el diálogo con quienes a veces se olvidan de ella, y de las reglas, y de la Constitución, pero que son nuestros paisanos, nuestros conciudadanos?

Y ya puestos, ¿cómo podemos tener más y mejores servicios y no pagarlos con mayor recaudación fiscal?

Y ya puestos, no quién no les gusta para pactar, sino con quién podrían pactar, aunque no les guste, para dar estabilidad a este país, que la necesita.

Y ya puestos, si se irán a casa, en caso de que pierdan.