Cuando la Formula 1 perdió a uno de los más grandes
El 1 de mayo es un buen día para recordar a todos los miles de trabajadores que mueren al largo del año por estar ganándose la vida en condiciones precarias, aunque el caso del que vamos a hablar hoy no es representativo de esta desgracia
España
El 1 de mayo de 1994, hace hoy 25 años, murió Ayrton Senna. Senna había sido campeón del mundo en 1988, 1990 y 1991, y para los que crecimos viéndolo competir, no hubo nunca mejor piloto de Fórmula 1, en gran parte, por su estilo increíblemente agresivo de pilotar.
Cuando la Formula 1 perdió a uno de los más grandes
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Según sus propias declaraciones, “ganar es como una droga, no puedo justificar en ninguna circunstancia quedar segundo o tercero”. La temporada 1994 había empezado con un duro competidor: un tal Michael Schumacher estaba mostrando sus credenciales con sólo 25 años. El tercer gran premio de la temporada, el que se celebra en San Marino, el 30 de abril, había visto cómo un joven debutante, Ronald Ratzenberg, moría al estrellar su coche contra la curva conocida como Tamburello. Pese a esta tragedia, no se suspendió la competición.
Al día siguiente, Ayrton Senna, corriendo a unos 300 kilómetros por hora, se estrelló contra el muro de esa misma curva. Murió del trauma masivo que sufrió en la cabeza. Más de medio millón de personas honraron su recuerdo en el funeral multitudinario que se celebró en Sao Paolo.
Su nombre quedó para siempre asociado a la tristeza de una muerte prematura a los 34 años, pero acordaos también de los muchos que mueren aún más jóvenes, trabajando sin gloria ni reconocimiento.