¿Tenemos que seguir sumándolos?
Madrid
Tenemos que seguir sumando los resultados de PP, de Ciudadanos y de Vox, ¿o ya no? La triple alianza, las trillizas, las tres derechas, el tripartito. Así se les llamaba hasta el domingo pasado, términos distintos para una idea común. Con sus diferencias formaban una unidad de destino en lo universal: derrotar a Sánchez. Ahora que esa comunidad de intereses ha entrado en crisis, como el trío de la bencina, ¿hemos de corregir los cálculos? El PP inicia su enésimo viaje al centro después de descubrir a palos democráticos, es decir, a votos, lo que hasta un ciego podía ver, que acercarse demasiado a Vox le iba a perjudicar y que su principal competidor, Ciudadanos, no podía ser su socio estratégico. Por cierto, y viceversa.
Más información
No sé si 20 días serán suficientes para que el electorado popular digiera los cambios o si se desconcertará aún más con las sacudidas. Tampoco sé el efecto que este viraje pueda tener en el resultado de sus compañeros de viaje, si Vox crecerá o menguará o si Ciudadanos confirmará su sorpasso. Pero a la vista del zafarrancho de declaraciones hostiles entre ellos de estos últimos días, parece pertinente preguntarse si el día 26 en los cálculos para la gobernabilidad en municipios y comunidades autónomas hemos de seguir haciendo lo que llevamos meses haciendo, si tenemos que seguir sumándolos o ya no. Porque, ¿preferirá el PP engordar a Ciudadanos, su rival directo por el liderazgo de la derecha, o preferirá seguir derrotando al PSOE? La misma pregunta vale para los naranjas.
En definitiva, ¿quién inquieta más en política, el principal enemigo o el principal competidor? O dicho de otra manera, ¿cabe en política un enemigo mayor que el principal competidor? Para responder a eso necesitaríamos una nueva ciencia, la psicopolítica o una consulta con Sigmund Freud.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
¿Tenemos que seguir sumándolos?




