Mientras los arqueólogos empiezan a recoger en el lugar más excavado del mundo, Egipto, antes de que el calor los aplane a ellos y reactive a las serpientes, en Japón comienza lo mejor de la temporada sabiendo que todo es excavable menos los 158 túmulos gigantescos del período kofun que albergan los restos de los más antiguos emperadores y sus familias. Está prohibido porque sería una profanación... y porque podría demostrar que la familia imperial de Japón procede de Corea. Decenas de miles de personas horadan, cepillan, ablandan, fotografían y catalogan el pasado. A menudo rompen moldes sobre los que se construyen multitud de mentiras teñidas de historia oficial. El cine popular refleja los orígenes de esta ciencia en Indiana Jones, que piensa regresar dentro de dos años, en la piel de un Harrison Ford de 75. El audio parte del palacio Valentini en Roma desde hace nueve años la combinación más interesante entre tecnología y arqueología que puede encontrarse en Europa; para conectar a continuación con las búsquedas más fantásticas, incluyendo una estafa arqueológica muy duradera. Contamos con la ayuda de dos buenos conocedores del mundo donde habitan los arqueólogos actuales. Manuel Pimentel y Manuel Navarro son los principales motores de Arqeomanía, la serie de La2 de RTVE, que acaban de sumar un libro a varios años de divulgación en la pantalla: «Arqueomanía. Historias de la arqueología» en la editorial Almuzara. Nos hablan de arqueólogos obsesionados, jóvenes dispuestos a dejarse la piel bajo el sol, descubridores mal valorados o muy respetados en la cuna de la cultura faraónica. Paleontólogos, médicos, profesores o aficionados curiosos, forman la Asociación de fans de Indiana Jones en España. Son más de 300 y hasta enseñan a manejar el látigo, o al menos uno de ellos lo intenta con Paqui Ramos.