Intriga y terror

Usemos un lugar común: la realidad supera a la ficción. Ignora este Ojo si siguen ustedes los avatares del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional por el caso Bankia o, si prefieren, el caso Rato. Les recomiendo que lo hagan, sobre todo si son aficionados a las novelas de intriga, como se decía antiguamente. Es un prodigio contemplar cómo los grandes amos de la economía patria, ni más ni menos que los grandes banqueros, los más poderosos del lugar, no tienen empacho en asegurar con toda su flema y sus buenas maneras que alguno de los otros grandes hombres han mentido con todos los dientes. Dice Isidro Fainé, el ex presidente de CaixaBank, ahí es nada, que en una cena con Luis de Guindos no se pidió a Rodrigo Rato que dimitiera, como había asegurado, también en sede judicial, Francisco González, expresidente del BBVA. Y ambos desmintieron al subgobernador del Banco de España cuando dijo que no hubo presiones en la salida a bolsa de Bankia. Nos llamó él personalmente, ha dicho Fainé.

¿No son maravillosos estos lances entre gentes tan principales? Otra realidad: si guardan un ápice de sensibilidad, lean la historia del fusilamiento de Catalina y el sonajero en El País. Después, recuerden que esta derechita moderna, junto con la ultraderecha feroz, quiere que se reserven honores a la tumba de Franco. Así son, así gobernarían.