Jacques Audiard: "¿Estás seguro de que el cine es todavía cine?"
El director francés estrena en España 'Los hermanos Sisters', un western personal sobre la relación fraternidad de dos hermanos pistoleros, interpretados por John C. Reilly y Joaquin Phoenix
Madrid
Un director francés para reformular el western del siglo XXI. Jacques Audiard (París, 1952), cineasta de personajes en los márgenes y la violencia, revisa el género clásico americano en Los Hermanos Sisters, una cinta que ahonda en la dimensión psicológica de dos hermanos. Dice el realizador que no hay voluntad de subvertir los códigos de las películas del oeste, que solo la despoja de su mitología y la mira desde fuera, desde un punto de vista moderno. Pero lo cierto es que lo hace. Dos pistoleros sensibles, reflexivos, marcados por el trauma de un padre deshumanizado se hacen muchas preguntas al albor de una nueva civilización.
Por si fuera poco aleja a los personajes de la masculinidad hegemónica, el macho alfa de las cintas clásicas. “La masculinidad está en crisis, es un hecho, nuestro trabajo es, en estas películas heroicas, contar el proceso de cambio”, declara Audiard. También aporta su mirada política europea. En plena fiebre del oro en 1851, plantea un debate entre la incipiente avaricia capitalista y una utopía socialista. Casi como la de la industria actual. De la vieja escuela francesa, se pregunta ¿estás seguro de que todavía el cine es cine?
Le habrán dice muchas veces que qué hace un francés dirigiendo un western, ¿en qué punto se interesó por la historia, qué le atrajo?
He hecho un western porque me lo han propuesto, nunca hubiera tenido la idea propia de hacer uno. Tomamos la decisión de contar esta historia cuando leímos el libro, nos gustó mucho y además yo tenía ganas de trabajar con actores americanos o ingleses.
¿Tenía voluntad de revisar el género clásico, de reformularlo?
No, para nosotros es distinto, no hemos querido subvertir el género, somos europeos y los westerns no forman parte de nuestra mitología, la nuestra sería la Revolución Francesa, por ejemplo. La preocupación que teníamos era hacer una película que ocurre en 1851, una película histórica y las preguntas que teníamos eran sobre los personajes, las mismas que he tenido en muchas de mis películas.
Decía John C. Reilly que lo buscó porque es un director de personajes, ¿qué le interesaba explorar de la relación entre esos dos hermanos, la fraternidad, el vínculo emocional?
Creo que se puede ver la película como una cinta de la fiebre del oro, pero lo que me interesaba a mí, y lo que creo que es el tema de la película, es el cambio. El cambio de los personajes, el cambio de periodo histórico, la mutación temporal, la transformación de los sentimientos, la amistad, la fraternidad, el amor… como los cambia. Al final se olvida completamente el oro y los personajes sí han cambiado.
En este cambio de periodo contrapone la incipiente avaricia capitalista con la utopía socialista, ¿tiene esa idea ecos en la actualidad?
Trabajamos hoy y aquí, así que el punto de vista que tenemos del western es desde la actualidad. Cuando Sergio Leone hacía sus westerns, tenía el punto de vista de los años 70, el de su época. Cuando leemos la novela de Patrick Dewitt, buscamos las llevas que nos permitieran introducir la modernidad en un western.
¿Y en esa voluntad, hay paralelismos en la construcción de esa civilización con la sociedad actual?
Lo importante es encontrar las situaciones y las imágenes para encontrarlo, siempre se puede decir que la civilización está en peligro.
También se puede mirar desde hoy la redefinición de la masculinidad hegemónica clásica del western, usted lo ha tratado en sus película, ¿por qué le interesa?
Mi primera película se llama ‘Mira a los hombres caer’, quizá era un presagio.
Entonces, ¿la masculinidad lleva en crisis muchos años y no llega a ningún puerto?
Es un hecho que la masculinidad está en crisis, pero nuestro oficio, nuestro trabajo es buscar las figuras heroicas que cuenten este cambio. Pueden ser personajes absolutamente detestables que los vamos a querer si cambian.
Otro tema que recorre su filmografía son los personajes en los márgenes, ¿qué busca en esos retratos psicológicos de la existencia humana?
Somos guionistas y siempre es más interesante contar las historias de esos personajes que están al margen porque tienen así más distancia para volver al círculo, al sistema.
También es recurrente en su cine la violencia, aquí hay mucha pero no lo parece
Hay que pensar la película como un cuento, como un libro de imágenes, porque los personajes son como niños, son hombres de 40 años, pero son críos. La violencia está percibida como un juego de indios y vaqueros, es una violencia de cuento.
Su discurso en Venecia por la igualdad de las mujeres fue sonado. En Wikipedia tiene usted hasta un epígrafe de activista por la igualdad
¿En serio? No lo sabía. Qué divertido (risas), pero activista es exagerado. Las mujeres lo hacen bien por ellas mismas
Pero, ¿hay voluntad real de cambio o solo son los discursos en los festivales?
Lo hice en Venecia y conozco a cinco o seis personas que habían dicho lo mismo. Las cosas cambian y hay que decirlo, están cambiando en Cannes. Antes de mi discurso en Venecia, busqué apoyo en lo otros directores que formaban parte de la selección pero no encontré mucho.
¿Cómo ve la situación actual del cine? ¿Está desencantado?
Es muy buena pregunta porque mi próxima película es una comedia musical, así me voy a ‘reencantar’ con el mundo.
Pero le preguntaba sobre la situación del cine con la irrupción de las plataformas, ¿le interesa algo del cine que se está haciendo?
Sí me interesa pero no quiero buscar respuestas a preguntas mal formuladas.
Puede estar mal formulado, pero le decía…
¿Estás seguro de que el cine es todavía cine?
Es decir, es de los pesimistas con el futuro
No es pesimismo, melancolía, nostalgia o fetichismo, lo que hay es un cambio de época, un cambio histórico que empezó en los 90 con el digital. Cuando el cine llega a este tipo de pantallas -agarra su móvil y lo pone en la mesa-, ¿lo voy a llamar cine? Pues no. Es un cambio de hace tiempo, no es cuestión de Netflix o de las plataformas, es una cuestión del digital que ha cambiado el objetivo del cine.
José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...