Casi al instante

Madrid
Eduardo Haro Tecglen estaba dotado para una exagerada velocidad en la elaboración de sus trabajos periodísticos, como Manuel Vázquez Montalbán, Rosa Montero o Miguel Ángel Bastenier. Haro recibía un encargo y lo entregaba casi al instante. Uno de sus jefes le dijo un día que rehiciera un editorial, lo había hecho demasiado rápido. Horas después entregó el mismo escrito, y entonces a su jefe le pareció excelente. Me pregunto qué haría Haro ahora si tuviera que fichar al terminar su horario de trabajo en el periódico.




