Pedro Almodóvar: ''Me siento un director francoespañol"
El director español recibe un emotivo aplauso con 'Dolor y Gloria', su película más personal que le coloca en buena posición para alzarse con la Palma de Oro
Cannes
Es auténtica devoción la que siente Francia por Almodóvar. La prensa francesa se ha volcado con el director manchego y con su última película, Dolor y Gloria, presentada anoche en el Festival de Cine de Cannes con aplausos. El director manchego, que siempre se ha quedado a las puertas de ganar en este certamen, anoche se emocionaba y se abrazaba a Penélope Cruz y Antonio Banderas, sumidos en lágrimas en el centro del Gran Teatro Lumière. "Estamos muy, muy contentos. Aunque esté lloviendo nunca he conocido una lluvia más feliz que la de esta mañana. No creo que vaya a poder olvidar la noche de anoche, como dicen en los boleros. La experiencia ha sido inenarrable", agradecía Cannes.
Almodóvar ha hecho una buena película, la mejor desde Volver probablemente, y es consciente de ello, aunque dice que no piensa en Palma de Oro. “No estoy loco por una Palma de Oro, aunque la aceptaría encantado. Eso sí, yo es que no he hecho locuras por estar en Cannes", explicaba el manchego. “Los festivales no son tan importantes. Lo son, y sobre todo este, pare el cine de autor, que es una especia casi en extinción, pero eso no debe cambiar el modo en que uno hace cine. Yo nunca lo he hecho, y creo que sería una actitud muy peligrosa”, añadía.
Sin embargo, Cannes nubla a cualquiera y pone nervioso incluso a un director que ya tenido dos premios a mejor guion aquí. “Lo peor es la noche del último viernes. En ese momento te encuentras en esa situación de… ¿preparo el esmoquin?, y si lo haces es porque piensas que debes ser recompensado y eso es absurdo, porque no lo sabes, así que los nervios los dejo para esa noche”, decía Almodóvar.
Dolor y gloria es además uno de los estrenos de este fin de semana en cines franceses, que se ha colocado en tercera posición en la taquilla. Eso es el resultado de una relación de amor entre el cineasta y el país vecino que comenzó con Tacones lejanos y se incrementó con Todo sobre mi madre. "Tengo que decir que soy francés o, como dicen ellos, estoy francés. Francia, una vez que te adopta, te adopta de un modo absoluto. Lo decía Julio Iglesias. Yo soy un director franco español", animaba así la rueda de prensa de este festival en la que ha vuelto a haber lágrimas, las de Antonio Banderas, protagonista de la película, y que antes del rodaje sufrió un infarto. "Yo he hecho 113 películas y todo lo que estos días se ha vendido de palmas y de historias, no me importa nada. Los meses de verano donde rodamos esta película han sido los más felices de mi vida y eso no me lo puede quitar nadie"
En una película de autoficción, con tantas referencias a su cine y su vida, los periodistas sondeaban al director tratando de averiguar qué era ficción y realidad. ¿Lo es la historia de amor entre el Banderas y Sbaraglia? "Es una de mis escenas favoritas, ese beso entre dos hombres maduros. El cine no da muchas imágenes, sobre todo de esa edad. Eso forma parte de mi vida. Yo sí tuve la experiencia de un amor truncado en un momento en el que la pasión estaba viva. Es dolorosísimo. Es antinatural. Es como cortarte un brazo. Pero yo no he tenido reconciliación".
Una película con un mensaje que sigue siendo actual, el de la aceptación de la sexualidad y la normalización, algo que el manchego siempre ha defendido con su cine. Decía Banderas que para entender la España de las últimas décadas es imposible no pasar por el cine de Almodóvar. En esta ocasión el director lo muestra de una manera más sutil, mostrando sus traumas de niño.
"Hay veces que a través de la ficción descubres cosas de ti mismo, yo no viví esa escena con mi madre, pero representa algo muy importante en mi vida. Habla de la extrañeza con la que le miraba cuando era pequeño, y no era con orgullo precisamente. Me conmueve tanto esa escena porque represento la extrañeza que yo descubría en la mirada de los demás cuando era niño, en el pueblo, en parte de la familia y sobre todo en la época escolar. Para un niño, esa mirada de extrañeza que tiene mucho de repulsa, critica y humillación, es una experiencia muy dura. Tan dura como que tu madre te mire como un ser extraño. Afortunadamente yo era un niño muy fuerte y no pudieran conmigo esas miradas de extrañeza", alegaba Almodóvar.
Por eso no es de extrañar que el director esté tan involucrado en la política y muestre el rechazo y el temor al auge de la extrema derecha. "Para mí estas elecciones han sido un respiro. Yo no tenía nada claro, y creo que nadie, cuál iba a ser el resultado y respiré, porque no sabía en que país estaba viviendo. No era el país en el que yo pensaba que vivía y por el que todos trabajamos, no era ese. Afortunadamente el resultado sí que ha revelado que sigue siendo la España democrática que conozco y en la que vivo. No solo he respirado, creo que estamos delante de cuatro años que van a ser siempre mejores que los anteriores, en los que ni ha habido gobiernos”, decía.
"Me parece espantoso. Además, les dais tanta cancha… es que parte de la promoción se la hacen los medios de izquierdas, hay que tener cuidado con eso. Yo ahora, socialmente, creo que estamos en una situación mejor que hace un mes, y eso lo celebramos”. Almodóvar dice que votará a la izquierda, a Carmena, y que espera que los próximos cuatro años sean mucho mejores.
Dolor y Gloria representa a una España libre y abierta, y podría engrandecer al cine español, que solo tiene una Palma de Oro, la de Buñuel.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...